El 9 de febrero, dos proyectos y dos ejecutivas se enfrentan en el congreso de Podemos. Todos los medios "de peso" --del Sistema, vamos-- señalan el problema, lo califican de irresoluble e incluso hablan de escisión del partido "en rueda". Aquí ya advertimos que los comunistas no iban a desperdiciar la oportunidad de renacer de las cenizas que dejaron tras su cúmulo de despropósitos históricos: Eurocomunismo y dogmatismo --dependencia de la opinión superior del Komintern-- se encargaron de convertir al comunismo en una ideología residual en España. Los comunistas europeos se adaptaron tanto al Espíritu de Europa, quisieron apartarse tanto de la imagen que de ellos sembró Gladio, la facción terrorista de la OTAN, que acabaron por contribuir a la caída de la URSS. Eso sin contar con el copo de cargos que la Iglesia Católica tomó para sí en el seno del PCE y CCOO.
Ese fracaso trae cola. La cola es que el PCE trató por todos los medios de apropiarse del 15M. Y luego de Podemos, su cristalización política. La Rueda Podemita depende mucho de la periferia catalana, vasca y gallega. Las tres son católicas, como siempre lo han sido los nacionalismos históricos, tanto de derechas como de izquierdas. La CUP, por ejemplo, está formada por antiguos nenes hijos de comunistas católicos educados políticamente por la parroquia. Por eso sabemos que se integrará en la candidatura podemita en las elecciones autonómicas que proyecta Puigdemont para el próximo verano.
La consecuencia de lo que digo es que la facción podemita de Iglesias es internacionalista, globalista, como la propia Iglesia Católica, mientras que la de Errejón es socialdemócrata, como lo es el PSOE y quiere ser, al menos ahora, Ciudadanos. Errejón quiere convertir a Podemos en el heredero del PSOE, partido en descomposición por el alto número de traiciones a la clase obrera que ha perpetrado desde siempre, desde el Felipismo al Zapaterismo. O sea, siempre que ha podido traicionarnos a cambio de unos buenos cargos en una eléctrica, una petrolera o una gasista.
Vaticinamos una victoria de Iglesias, pero Errejón quedará cerca. Así que se repartirán la Ejecutiva. Los Anticapitalistas serán la bisagra que decantará la victoria del PCE. España tiene Pablo Iglesias para rato.
¿Y tras esa victoria? Pues nada, que Podemos emprenderá el camino de su descenso electoral, tal como emprendió y culminó el PCE en su día.
Podemos ni siquiera se opone a un sistema antidemocrático como el español, sino que participa del mismo. Antidemocrático porque los ciudadanos no tenemos derecho a elegir a nuestros diputados; en un sistema con un Jefe del Estado impuesto por el franquismo, tampoco elegimos al presidente del Gobierno. Ni siquiera a los jueces. Lo único que estamos autorizados a elegir es a un partido frente a los demás. Los tres poderes del Estado quedan en manos de los partidos, cuyos líderes negocian todos los cargos relevantes. España mantiene un régimen partitocrático, un oligopolio político entregado al servicio de la banca, del IBEX y de la Europa de planes quinquenales.
Al final, los indignados se quedarán con un palmo de narices. Porque la única indignación eficaz tiene que manifestarse en las calles de las ciudades españolas y ejecutarse personalmente con la lucha diaria clandestina. Con el voto urnado no se va a ninguna parte en esta España monárquico-conservadora.
Salud.
ACRATAS
NOTA DE UN LECTOR: Sobre Podemos:
"Fabriquemos nuestra propia oposición, antes de que la verdadera se organice"
Lenin
8 COMENTARIOS:
Deprimente. Vosotros habéis apoyado a Podemos en vísperas electorales. Eso significa que Podemos es de lo malo lo mejor, supongo.
Aquí en España nadie reivindica la República. Vosotros sí. ¿Creéis que Podemos acabará pidiendo un referendo monarquía-república? Gracias.
Cuando las urnas está trucadas, no sirven. Y en España lo están.
Primero, porque todos los partidos forman parte del Estado, son sus servidores. Porque cobran una nómina del Estado. Y me refiero a todos, incluyendo a Puigdemont o a Rufián.
Segundo, porque el sistema electoral es fraudulento por no proporcional y por dejar fuera a partidos por el reparto provincial y la Ley d'Hont.
Tercero, porque incluso hay fraudes abiertos, como el de los votos por correo que representó nada menos que 700.000 votos de más para el PP. Y no pasó nada.
España es un país corrupto y sus urnas están podridas.
Acracia para todos.
Le dais una importancia a Podemos que no tienen.Solo son unos universitarios jugando.
Con riesgo de caer en los reduccionismos o la caricatura, las principales diferencias entre los documentos de Iglesias y Errejón son si priorizar la lucha en la calle o hacerlo en las instituciones, promover un programa centrado en medidas rupturistas o por el contrario mantener una línea reformista, mantener autonomía institucional con respecto al PSOE o servir de muleta frente al PP, junto a todo lo que se deriva de estos ejes estratégicos: practicar la desobediencia institucional o buscar la normalidad, ser más o menos hostiles, alimentar el conflicto como herramienta del cambio o evitarlo por miedo a perder apoyos en el centro ideológico.
En lo organizativo, las diferencias son menores, si bien los errejonistas ponen en el punto de mira la capacidad de Iglesias para convocar consultas a las bases, mientras que los pablistas hacen lo propio con la estrategia de Errejón reacia a impulsar la unidad popular. En definitiva, la apuesta de Iglesias pasa por girar más hacia la radicalización y la de su número dos hacia la moderación del proyecto, tendiendo puentes con los socialistas.
España, país de cabestros.
La marea ha cambiado y ahora va en contra de la singladura del Euro y de la tripulación corrupta de Bruselas. La primera perforación contra el eurotitanic se le metió el Brexit, que no fue una premonición, sino la constatación del hastío de una clase media olvidada por los políticos, que ha caído en manos de los mal llamados populistas, es decir, de aquellos que yendo en contra de los medios del establishment, y valiéndose del contacto directo con sus electores y el uso de los medios alternativos de internet, consiguieron doblegar la hegemonía cultural de la poderosa oligarquía política profesional socialdemócrata, que pensaba que defendiendo a toda minoría social, por estrambótica que fuera, y soltando homilías llenas de moralina de pseudoizquierda, tenía asegurado el voto de la mayoría.
Y lo hemos comprobado, el Brexit se volvió a repetir en EEUU con la elección de Donald Trump. Y no es casual que Trump copiase las tácticas de Nigel Farage -el artífice del Brexit- que estuvo todo el tiempo aconsejando al equipo del actual presidente de los EEUU, para saber como acercarse al votante olvidado por los grandes partidos y políticos profesionales.
No es que Nigel Farage sea un genio siniestro, sino que simplemente se ha dado cuenta que la marea, y los vientos de los 4 puntos cardinales soplan en contra del Establishment inglés, usano y ahora, del de la Unión Europea. Le Pen en Francia puede ganar en una lucha electoral que inteligentemente ha convertido en una discusión sobre el Frexit, la salida de Francia de la UE y los problemas reales que está sufriendo el francés medio, mientras que sus contrincantes, fuera de juego, responden con insultos y moralina, mismo error que el cometido por el establishment de EEUU e Inglaterra. Y ciertamente, todo indica que el nivel de hartazgo de los franceses no es menor que el de ingleses y usanos. En Francia también existe una clase media olvidada en proceso de descomposición y depauperación, mediáticamente relegada a favor de colectivos y grupitos marginales que acaparan la atención del poder institucional, con los que juega para dar un cartel publicitario de progresismo, que luego falta en la política regresiva y ultraconservadora que practican.
Toda esa mayoría olvidada y cabreada en Francia, va a ir a caer en los brazos de Le Pen. Lo mismo veremos en Holanda (Duxit), en Dinamarca(Daxit) y en Suecia (Sexit ??),donde se celebrarán referéndums sobre la salida del Euro.
Lo más probable en que en muy poco tiempo nos acordemos del Euro y la UE, como aquellas imágenes en blanco y negro de una dictadura que se creía invencible a través del NO-DO.
No será fácil vencer la maquinaria burocrática y corrupta. Están todos ellos al servicio del verdadero poder, que es la banca de Rothschild y sus secuaces, los banksters.
No me lo creo. Antes habrá una guerra que incinerará Europa de nuevo. Ya se cuece en las cancillerías de Londres y Berlín, con Francia de pasmarote vendido a Sión. La historia es circular.
Ko sabe hasta el cura.
Sobre Podemos:
"Fabriquemos nuestra propia oposición, antes de que la verdadera se organice"
Lenin
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