LA IDENTIDAD POR TODA POLÍTICA. XXIV: Lo que se ventila en las próximas elecciones vascas

Sí, amigos, lo que se ventila en las próximas elecciones vascas es, nada más y nada menos que un cambio de identidad política. Ni ideología ni hostias. Porque la identidad, como bien sabemos desde esta columna, es el alma de toda política que se precie hoy en día. Desde que tenemos Estatuto de Autonomía, durante toda la Transición, en el País Vasco sólo ha gobernado una identidad política, la nacionalista. Y ahora, de lo que se trata, a fin de cuentas, es de que gobierne la otra gran identidad que hay en el País Vasco, la silenciada, la postergada, la ninguneada, la oculta, la tapada, la maketa.
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Esto se podrá vestir como se quiera, pero es así. Los maketos han interiorizado su pecado original, y nadie habla de ese término, es tabú. Los maketos han preferido ir de vasquistas, que se dice, o de españoles sin más, o de internacionalistas, o de socialistas, o de populares, o de constitucionalistas. Sí, sí, de constitucionalistas, esta es la palabra, difícil donde las haya, la última adquisición de la intelligentsia maketa para ocultar el término nefando, para que no se note lo que todo el mundo sabe.
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Lo que ocurre, queridos amigos de Acratas, es que la identidad nacionalista lo que ha hecho toda su vida para reivindicarse ha sido proclamarse como única y exclusiva vasca, y como tal, es la auténtica propietaria del territorio sobre el que gobierna. Además, siendo la identidad vasca la suya, la auténtica, la genuina, la sin igual, la inimitable, todo lo que no sea vasco, ¿qué es? Puaj, todo lo que no sea vasco, puaj, pues es español, puaj, facha, lo peor de lo peor, rancio, casposo, puaj, puaj.
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¿Maketo? ¿Qué es maketo? Yo digo que maketo es lo que no es vasco en el País Vasco. Pero, ¿eso no quedábamos que era lo español? No amigo mío, lo español es lo propio de toda España. Si estamos en el País Vasco, será lo español vasco, pero como eso no tiene forma de cogerse, porque está formado por dos términos irreconciliables por obra y gracia del nacionalismo, pues entonces sólo nos queda lo maketo.
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Pero vamos a ver, alma de cántaro, ¿qué es eso de lo maketo? Muy fácil: lo maketo es el chivo expiatorio de lo nacionalista vasco. Los nacionalistas vascos, desde su origen como ideología y como movimiento político de masas, allá por los finales del siglo XIX, buscaron su antagonista en lo maketo, lo maketo para ellos era lo español, todo lo que no era vasco. Y se pensaban que maketo y español era lo mismo. Y hasta los propios maketos interiorizaron que ellos eran españoles y ya estaba, todo con tal de no ser maketos. Pero claro, pasado un siglo, ya ha habido tiempo de que pensemos un poco más fríamente esta política xenófoba de nuestros dolores. Lo maketo no es lo español, queridos amigos. Lo maketo es lo español viviendo en el País Vasco. Nadie que sea español y no viva en el País Vasco sabe qué es lo de maketo, ni le importa, ni le afecta, porque para ellos los vascos son unos tipos que ni les van ni les vienen, casi mejor hasta que se independizaran, para que les dejaran en paz al resto de españoles de una puñetera vez.
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Pero los españoles que viven en el País Vasco sí que saben muy bien qué significa ser maketo, pero no lo quieren ni oir. Les resulta repulsivo, rechazable, les resulta como un insulto. Nunca agradeceré bastante a mi editor, Luis Haranburu Altuna, euskaldún natural de Alegia, Gipuzkoa, que accediera a publicarme “La identidad maketa”. Fue como una patada en la papada a todos los maketos que viven en el País Vasco disimulando su condición maketa, haciéndose pasar por vascos, ¡cuitaooos!
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Lo mejor para los maketos, y de paso lo peor para los nazis, quiero decir para los nacionalistas vascos, es autoproclamarnos maketos a los cuatro vientos. Una casta despreciable, ruin, mezcla de razas, lo peor de cada casa, procedente nada menos que de España (esa nación ruin y miserable, como decía Sabino Arana), de allendelebro, que fue a parar al País Vasco porque no tenían donde caerse muertos, porque no tenían ni para comer, porque vinimos a Vizcaya a comer caliente por primera vez en nuestra vida.
Maketos, pobres desgraciados.
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Pues bien, esos maketos, ahora, lo que tienen que hacer de una puñetera vez es votar maketo, votar al PSE-EE, al PP o a UPyD y conseguir que en el País Vasco gobierne ahora, por fin, por primera vez en la historia de esa autonomía, la identidad maketa. Que ya va siendo hora. Porque ahí está la clave de su verdadera liberación. Por fin.

¡A por elloooooooooooooooooooooooos!

PEDRO JOSÉ CHACÓN DELGADO


INEXCUSABLE NOTA DEL EDITOR DE ÁCRATAS: Maketo: queda claro que tú crees firmemente que lo que hay en España es una Democracia. Entonces, ve y vota. Es más: recomienda, como estás haciendo, el voto antinacionalista. Haz lo que te salga de los cataplines. Pero dilo claro para que la gente, al leerte, sepa a qué atenerse contigo.

Al parecer, tú no sabes o no te crees que el PP, PNV o CiU son los antiguos nacional-catolicistas de Franco. Y que el PSOE son los ex-falangistas. O te da igual. Al parecer, tu manía identitaria te lleva a creer que la ascensión de Patxi López al lehendakarinato resolverá tus problemas porque "es como tú" y podrás identificarte con él, o él contigo, o ambos con Paquito el Chocolatero. Porque, una vez identificados todos identitariamente, el resto es echarse a dormir: "Nada puede ir mal, porque Patxi es maketo".

Pues sabe, maketo, que lo único que cambiaría Patxi es a tropecientos altos funcionarios para poner a los suyos, no sé si uno de ellos tú mismo. Ya que tienes los santos cojones de pedir el voto para el PSOE desde Ácratas (¡desde Ácratas, ahí-va-la-hostiaaaa!), te pongo esta nota yo, la clavo en la puerta de tu casa, para que cualquiera que aterrice por tu artículo sepa que el resto no compartimos tu punto de vista.

Por cierto, maketo, según me pides, te pongo la portada de tu libro, en vez del careto de tu odiado borono.

¡Salud y Acracia, mientras no haya Democracia!