Los pasaccioneros son el equivalente bursátil a los pasapiseros de nuestra burbuja inmobiliaria, esa que, en palabras de ZP, nos llevaría a adelantar a Alemania. De la misma forma que nuestros patriotas pasapiseros señalizaban un piso para pasárselo a un comprador final, obteniendo el beneficio de la diferencia entre la señal inicial y la cantidad final entregada antes de firmar la escritura, sus hermanos bursátiles hacen lo propio con las acciones: cogen acciones prestadas con la obligación de colárselas a algún mochuelo, a un precio obviamente superior. Si la cosa funciona el beneficio es para los dos, para el que las ha prestado y para el pasaccionero que se las ha vendido. El que las ha comprado,también, si a su vez se las deja en préstamo a otro. El ciclo, como es fácil de colegir, se inicia de nuevo amplificando exponencialmente la circulación de acciones-humo, creando de esta manera eso que se llama burbuja bursátil.El peligro de esta golfería ya la hemos contemplado estos días. Pero la fiesta se acaba, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, todos a una van a ir a por la "caza" del pasaccionero, prohibiendo el poder adquirir acciones bajo préstamo (acciones vacías). Y es que, estimados lectores, tienen que tener en cuenta, que los pasaccioneros no sólo medran en un mercado alcista, sino que lo hacen, y como nadie, en uno bajista. Aprovechan las caídas para hacerse con acciones baratas y descargan lastre en los rebotes antes de la siguiente caída, a costa de envolver a un gran número de pequeños inversores cuyos ahorros van a nutrir la saca de estos pocos joputas. Así que para, en los términos eufonoflautísticos de los politicastros, devolver la confianza al mercado, se ha decidido, por un tiempecito, darles unas vacaciones merecidas a nuestros queridos especuladores, hasta el siguiente asalto.
Este es el cinismo al que nos tienen acostumbrados el gran capital con sus mamporreros gobernantes mundiales y banqueros centrales: en vez de abolir de una vez para siempre una estafa evidente como esta, se le da la demora necesaria para que las aguas vuelven a su cauce y comenzar, entonces, de nuevo la engañifa en la que se basa todo el sistema. ¿Alguien cree de verdad que todos estos tíos van a apearse del machito y cambiar el modelo político-económico que nos ha llevado a esta situación? Ahí los tienen, es todo una bufonada risible por lo evidente, lo que hacen con una mano (un supuesto castigo a los especuladores) lo deshacen con la otra (inyecciones de dinero a las organizaciones financieras responsables).
Eso sí, lo sublime es lo que, con el mismo principio que ahora derrumba a las bolsas pero aplicado al ladrillo, se ha hecho en España: Se ha levantado una economía que se pretendía de Champions y con potencial suficiente para dejar a Europa en la cuneta. Ahora que vienen mal dadas, nadie hace ni reconoce nada, los pasapiseros se han convertido en el imaginero popular en los héroes de la película, también a ellos se les darán las merecidas vacaciones por los servicios prestados a la patria.
5 COMENTARIOS:
Qué sensación de impotencia produce todo esto (con exposición de maestro, por cierto)¿no?.
Estraña especie humana, viviendo con reincidencia y aparente satisfacción en el corazón de la falla tectónica (San Francisco), en la ladera del volcán activo (Etna, Pinatubo...),etc,etc.Pero la humanización siempre ha consistido en desbordar estas trampas.Necesitamos como el pan otra ciencia y acción política, para reducir la probabilidad de que unos pocos colonicen barbaramente las mentes y los deseos de tantas gentes.Y lo que hay, parece claro que es muy destructivo.
Lajos
elmundo.es
3 de octubre de 2003
Rato admite la «responsabilidad política» del PP en el encarecimiento de la vivienda
El Banco de España teme que haya riesgo de que se produzca un «ajuste brusco» en el mercado inmobiliario
Por primera vez, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, asumió ayer las críticas que el Ejecutivo ha recibido por el imparable alza del precio de la vivienda en España a lo largo de los últimos años. «Aceptamos nuestras responsabilidades políticas», reconoció el responsable del área económica, aunque en su opinión, «muchos han incrementado su patrimonio» gracias al boom inmobiliario.
Y es que un año después de que el PP obtuviese su primera victoria electoral, en 1997, y hasta ahora, el precio medio de las viviendas tasadas en España ha crecido un 78%. Por si fuese poco, sólo en el primer trimestre de 2003 ese incremento ha sido del 17,5%, sin que haya signos, además, de que el ritmo de aumento de los precios vaya a detenerse a corto plazo.
El Banco de España teme ahora que, de producirse el ajuste «necesario» del mercado inmobiliario, éste «termine produciéndose de una manera más brusca de lo deseable».
El especulador, por definición, trabaja mediante apalancamiento financiero: compra a crédito, a préstamo, y vende al contado o a crédito, según a quién venda.
Es un parásito del sistema, sí, pero tan integrado en el mismo, que se le reconoce como estabilizador de los mercados.
¿Sabéis lo que es una opción? ¿Y un futuro? Ambos son promesas de compra que determinan el precio futuro de las acciones.
También de los bienes, como los pisos.
La única diferencia es que, en el imaginario colectivo de los españoles, los pisos no pueden bajar de precio... ¿Por qué no?
Te has olvidado de apuntar una cosa fundamental, y es que tu malvado pasaccionero que pide acciones prestadas y las vende tirando el mercado, tiene que recomprarlas para devolverlas. Por lo que como el mercado no le haya seguido, se pega una hostia de tres pares de cojones. Cuenta que les pasó a estos, por ejemplo, después de la OPAs parciales sobre Metrovacesa.
Cierto. El mecanismo expuesto es para mercados bajistas. Son apuestas para ganar en medio del descalabro general, engañando a los compradores. En mercados alcista funciona el TRUST, que es un mecanismo para forrarse en tal entorno.
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