Se empeña la derecha en decir que el 9-M los españoles deben decidir entre dos modelos de hacer política bien distintos. ¡Qué van a ser distintos! Son el mismo modelo, con matices tan nimios que no merece la pena destacarlos. Más de lo mismo: oscurantismo democrático, pactos postelectorales, dependencia de poderes y plutocracia en la sombra.
La Derecha, durante esta travesía del desierto de cuatro años, ha perdido una gran oportunidad de proponer un cambio de modelo democrático antes de la Elecciones Generales de 2008. Exigir la independencia de poderes del Estado a través de las urnas independientes para Ejecutivo y Legislativo; la representatividad de los diputados mediante las circunscripciones unipersonales; la doble vuelta para la elección de cargos. En fin: la democracia completa, no este infecundo coitus interruptus. No lo ha hecho. Pues vale. Con el antiguo modelo, el de siempre, el PP perderá las Elecciones. Serán, como mínimo, cuatro años más de zapaterismo. ¡Quizá ocho! ¡Los socialistas no van a dejar títere con cabeza! Ayer mismo, la Bolsa Española continuó cayendo libremente mostrando sus vergüenzas: ya empiezan a descontar la victoria de los socialistas.
España no es responsable de la deslealtad de sus políticos. Es suicida creer que la política no nos atañe. Los responsables de las acciones de nuestros políticos somos nosotros, los ciudadanos. Y también somos los avalistas últimos de sus crímenes: La corrupción la pagamos con nuestros impuestos, y los muertos ocasionados por sus desvaríos nacionalistas son nuestros.
Es demasiado tarde. Ya no podemos apoyarnos en los políticos para reformar el Régimen. Porque están sordos, afanados en saquear su parte del banquete, como las hormigas que desmigajan un cadáver. Ciudadanos: empeñémonos en que la clase política no siga degradándonos con el poder que le otorgamos. Rechacemos las urnas que legitiman su deslealtad. Atrincherémonos en casa el 9 de marzo.
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario