LA LEY DE CUOTAS FEMENINAS



Existe un fundamento ético, moral, para las cuotas femeninas, y es la procreación. Dios (en su divina disposición y circunstancia) determinó que tal función se realizara por cuotas exactas: un hombre y una mujer. Es lo que, en terminología química, se denomina proporción “estequiométrica”. Así proveyó el Terrenal Paraíso. Cualquier cosa que se pretenda hacer en el mundo, aunque no sea algo tan creativo como la vida misma, deberá hacerse por cuotas exactas. O será cosa muy aburrida, excepto para los gays.

Sostienen algunos “científicos”, en cambio, que ancestralmente la cuota para procrear no existía, porque no existía Dios aún. Y que toda una horda de hombres se acoplaba en sucesión a la misma mujer, pillada al descuido, con lo cual, ésta se quedaba embarazada, aunque aún seguía sin saberse por qué. Ese es el principio de la “no cuota”: la Ley del más Fuerte.

Humanista e ilustrada, "La PSOE" sabe todo esto y quiere estar en paz con la Ley de Dios.

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