DIGNIDAD Y LEALTAD

Apreciado Don Antonio:

Desde mi trinchera en Cataluña, aprovecho una pausa en el fuego enemigo para exponerle alguna idea. Sé que estoy en posesión de una verdad trascendental, la siento dentro. Sé que debiera acabar de darle forma y manifestarla con más precisión. No obstante, mi impaciencia me pierde una vez más. Tengo que contárselo, señor García-Trevijano.

Su Teoría Pura de la Democracia trasciende la Política e implica al mundo de la Filosofía. Reconocido esto por todos, voy más allá. Su movimiento es algo mucho más general, no puedo evitar pensarlo, lo sé. Vengo madurándolo desde hace meses.

Cada ámbito social, cada profesión, debe impregnarse de nuevos aires de lealtad social y de veracidad. Es algo obvio en las profesiones relacionadas con el Derecho, aunque, sin duda, el ámbito más difícil: ustedes debieran defender el sostenimiento de la verdad y de la razón, y no que la argucia y la mentira; el retorcimiento de la Ley en beneficio de clientes, de protegidos o de partidarios, fuera considerado como un mérito profesional.

En mi campo, la ingeniería y la arquitectura, sé que es necesario desde hace mucho, tras ver, durante tantos años, cientos de proyectos aparatosos, exhibicionistas de egos frívolos, vacuos de intelectualidad y corruptamente decorativos. Si conocieran como yo los ‘Països Catalans’ me darían la razón: Barcelona es un Museo de firmas insignes que compiten en egolatría, y Valencia es una Falla Gigante.
Propugno la precisión en la función, la certeza en las ideas, la verosimilitud de los proyectos: ideales –no ideologías- en las piedras, los paisajes urbanos, los edificios y hasta en un simple trazado ferroviario.

¿Se dan todos ustedes cuenta de la importancia capital de lo que digo? Expreso aquí y hoy, 28 de septiembre de 2006, que yo, como profesional, me voy a implicar en la extensión de su pensamiento a mi labor técnica y experta, aunque parezca no tener una relación directa con la Teoría Pura de la Democracia. Es una falsa apariencia. Son la misma cosa.
Si los profesionales conscientes hacemos eso, la República Constitucional será un hecho mucho antes: Para cada uno de nosotros, desde el momento en que tomemos esa decisión.

Me extenderé más adelante. El fuego ha vuelto.

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