CARTA A "EL MUNDO"

Señor Director:

Todos los españoles, en mayor o menor medida, desconfiamos del Estado. Muchos sabemos que en España no hay Democracia Formal en ningún nivel, ni estatal, ni autonómico, ni municipal: que no hay separación efectiva de Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino diferenciación funcional de uno sólo; que el Parlamento no representa al Pueblo, sino a los partidos y sus ideologías; que no hay mandato directo y revocable a los elegidos, sino un pervertido y urgente voto cada cuatro años a unas listas cerradas por las cúpulas de los partidos.

El sistema entero es un engaño producido por el poder político, económico y social tardo-franquista para perpetuarse en la exclusiva propiedad y disfrute del Estado y de sus negocios, más allá de la Dictadura. El consenso que devino en la Monarquía Partitocrática lo hicieron esos verdaderos poderes en beneficio de sí mismos, tomando lo peor y más corrupto de los sistemas inglés (la monarquía) y alemán (la partitocracia y el autonomismo federalizante), y sobornando con cuotas de poder y dinero público a la incipiente clase política y a las burguesías periféricas. Todo a espaldas del Pueblo, cuya Soberanía usurpó y distribuyó: una parte a la dinastía borbónica, y el gran resto a los partidos y sindicatos, a los que insertó en el Estado, que los financia desde entonces para garantizar su perenne corrupción.

El Pueblo Español tiene derecho a dejar de ser el hazmerreír de la clase política que lo desprecia, porque es el legítimo propietario de la Soberanía, el que todo lo sufraga con su sudor y el que pone hasta los muertos, cuando son precisos.Usted, Señor Director, ha leído a Montesquieu y a Tocqueville, los cita muchos domingos en sus Cartas, y sabe lo que es y lo que no es Democracia. Usted forma parte del Cuarto Poder, que también debiera ser independiente de Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Muéstrelo sosteniendo la verdad: “En España no hay Democracia Formal y el Pueblo Español tiene derecho a ella”. Porque es vital que la haya cuanto antes, o el hedor de las cloacas del Estado devendrá en una Gran Peste Ubicua que durará hasta que acabe por no ir a votar nadie. No espere tanto. Empiece por publicar esta carta.

Gracias.

MessageInOut, "Ciutadans Lliures"
(Autorizada su reproducción íntegra)

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