EL PUEBLO ESPAÑOL.

El pueblo español no merece que se escriba sobre él con mayúsculas.

Sí, yo sé que lo que voy a escribir es un sacrilegio en esta España de miras cortas y moralina de izquierdas en la que vivimos. Pero lo diré. Total, soy MessageInOut, y a nadie le va a extrañar lo que diga un pobre chalado extremista.

El terrorismo es un riesgo deleznable, horroroso, pero tiene un costo perfectamente asumible por una democracia segura de sí misma. Los 850 muertos en 40 años sale a poco más de 21 muertos al año, menos de un par al mes. Comparado con los costos en vidas de otras necesidades sociales, como el transporte de personas y mercancías, el coste en vidas de la Democracia es algo minúsculo. O si lo comparamos con las consecuencias de la institución de la pareja, que tendrá muchas cosas buenas o incluso necesarias, pero cuesta muchísimos más muertos al cabo del año.

Lo que hace especial el terrorismo es, exclusivamente, la mentalidad y las razones, la crueldad y la monstruosidad de los terroristas. Y punto. Y, si es así, perdonarlos nos hace unos monstruos también a nosotros. Renunciar a las libertades individuales y públicas por una amenaza de dos muertos mensuales me parece ilógico. Por ese precio y riesgo, yo, personalmente, prefiero acorralarlos y meterlos en la cárcel uno por uno, aunque ello nos lleve toda la vida. Y aunque salgan a los treinta años, y vuelvan a empezar, o sigan sus hijos y nietos.

El costo que va a hacernos pagar Zapatero con sus regalos a ETA, por ese alto el fuego permanente, no tiene nada que ver con el mal que pretende evitar con sus concesiones, que magnifica cuanto puede, sino con su propio rédito político, que es el de ganar las próximas Elecciones Generales. Los políticos, como siempre, aprovechándose de nuestra pusilanimidad y de nuestras miserias... Y es que el pueblo español es, ante todo, asustadizo. También puede parecer muy tonto, pero sólo lo finge para que no se le note el miedo que tiene.

Y es que para no amilanarse uno ante la más leve amenaza se debe creer en algo, hay que tener algún principio. Y el pueblo español no cree en nada desde que se metió entre pecho y espalda 40 años de dictadura; y después 30 más de oligarquía de partidos disfrazada de democracia, tras una transición vergonzosa en la que ningún político le pidió opinión, porque su opinión no contaba para ellos.

En cuanto se siente amenazado, el pueblo español cede, porque es muy medroso, y porque no cree en su patria, ni en su democracia, ni en sus partidos, ni en su puta madre. Por eso , aunque se esté desmembrando su país, no hará el más mínimo esfuerzo ni correrá el menor riesgo para evitarlo. Claro que hay excepciones individuales en el pueblo español, pero no las suficientes como para movilizar al resto y ganar unas elecciones o para evitar que los vividores, que los golfos como ZP o Rubalcaba o Polanco, sigan vendiéndole burros cojos. Yo daría algo por que no fuera así. De hecho, daré algo concreto, que es mi voto a Ciutadans, por si acaso resulta ser un partido de gente decente y valiente. Y lucharé en la medida de mis escasas y anárquicas fuerzas contra el futuro diseñado por ZP (el tiparraco menos patriota que he visto nunca) y por sus amigos nacionalistas de todo signo, cuerda u objetivos.

No, el pueblo español no merece que se escriba sobre él con mayúsculas...

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