Zapatero acabará sus días como Presidente del Gobierno en cuanto se le oponga la primera huelga general. La primera. El Presidente de la parodia del ‘Como-Si’ no resistirá ni una sola confrontación con su verdadera imagen de lacayo del Poder, y se derrumbará como un guiñapo. Pero Zapatero está tranquilo. Total, con lo cornudos consentidos que son los españoles, ¿qué podría motivar que en España se declarase una huelga general?
Pues lleve mucho cuidado el Presidente de la inanidad, porque se la está jugando. Verdad es que la huelga general no la organizarán los desahuciados por no poder pagar las hipotecas, porque no son suficientes en número y, además, tienen tal complejo de gilipollas —ellos, que quisieron especular con el ladrillo, como los ricos—, que han terminado con su dignidad castrada para muchos años. Cierto es que la huelga general no la provocarán los bajos sueldos, porque habrá decenas de candidatos, oriundos o foráneos, para ocupar cualquier empleo vacante, con el beneplácito de los acomodaticios sindicatos. Indiscutible es que la huelga general no la secundarán los funcionarios, agradecidos a la crisis por ser una de las pocas clases privilegiadas que podrán permanecer en el limbo de los que son ajenos a los vaivenes económicos. Axiomático es que la huelga general no servirá, en fin, para reforzar la solidaridad, la conciencia de clase y el espíritu revolucionario en los trabajadores; que no la hará la izquierda política para suspender la actividad del Estado e instituir el control obrero de la producción y de la administración estatal, para iniciar la revolución social, porque es la propia izquierda política la que está en el poder. Y en la España actual, paradigma de la insolidaridad civil, tampoco la plantearán los sindicatos, que no son más que organizaciones estatales para la salvaguardia del Estado Partitocrático de las Autonomías, con lo que va a ser difícil que hagan otra cosa que dinamitar la huelga general, tratar de impedirla con todas sus fuerzas.
La huelga que se inventó a finales del siglo XIX, cuando los movimientos obreros mundiales, de creciente influjo, la esgrimieron con propósitos sociales, reclamando leyes o reconocimientos organizativos, y políticos, demandando derechos, la huelga digo, será tenida por general por cuanto concernirá a toda la fuerza laboral del país; pero no por ello, necesariamente, habrá de ser organizada por sindicatos, federaciones o centrales obreras, ni siquiera por organizaciones de empresarios y autónomos, tal como sucede en el caso del transporte ahora mismo. Porque, en este siglo XXI, todo se transforma, y la huelga general también va a evolucionar.
La próxima huelga general que exterminará al PSOE de Zapatero será la de los consumidores insatisfechos; pero no porque los españoles se vayan a declarar de carteras y monederos caídos, no; sino porque ya no podrán consumir ni siquiera el mínimo necesario para satisfacer sus inclinaciones esenciales, primarias, más allá de la comida, el vestido y el techado. La huelga general la producirá, no el enfrentamiento marxista entre clases y sensibilidades, sino la tirantez entre las empresas productoras ansiosas por vender y la masa ávida de poseer, de comprar. Esa tensión, esa diferencia de potencial ante la falta de liquidez, se irá acrecentando, mientras las campañas publicitarias irán reforzándose, incidiendo, provocando roturas de hiel, ansias irresueltas, frustraciones, hasta que toda la energía acumulada produzca una gran implosión social que paralice el país —“Si no puedo consumir, que se joda todo”—, y en la que el bufón de Zapatero se vea engullido como en un gran agujero negro. Si los españoles no pueden consumir otra cosa, devorarán como Saturno al Gobierno.
Pues lleve mucho cuidado el Presidente de la inanidad, porque se la está jugando. Verdad es que la huelga general no la organizarán los desahuciados por no poder pagar las hipotecas, porque no son suficientes en número y, además, tienen tal complejo de gilipollas —ellos, que quisieron especular con el ladrillo, como los ricos—, que han terminado con su dignidad castrada para muchos años. Cierto es que la huelga general no la provocarán los bajos sueldos, porque habrá decenas de candidatos, oriundos o foráneos, para ocupar cualquier empleo vacante, con el beneplácito de los acomodaticios sindicatos. Indiscutible es que la huelga general no la secundarán los funcionarios, agradecidos a la crisis por ser una de las pocas clases privilegiadas que podrán permanecer en el limbo de los que son ajenos a los vaivenes económicos. Axiomático es que la huelga general no servirá, en fin, para reforzar la solidaridad, la conciencia de clase y el espíritu revolucionario en los trabajadores; que no la hará la izquierda política para suspender la actividad del Estado e instituir el control obrero de la producción y de la administración estatal, para iniciar la revolución social, porque es la propia izquierda política la que está en el poder. Y en la España actual, paradigma de la insolidaridad civil, tampoco la plantearán los sindicatos, que no son más que organizaciones estatales para la salvaguardia del Estado Partitocrático de las Autonomías, con lo que va a ser difícil que hagan otra cosa que dinamitar la huelga general, tratar de impedirla con todas sus fuerzas.
La huelga que se inventó a finales del siglo XIX, cuando los movimientos obreros mundiales, de creciente influjo, la esgrimieron con propósitos sociales, reclamando leyes o reconocimientos organizativos, y políticos, demandando derechos, la huelga digo, será tenida por general por cuanto concernirá a toda la fuerza laboral del país; pero no por ello, necesariamente, habrá de ser organizada por sindicatos, federaciones o centrales obreras, ni siquiera por organizaciones de empresarios y autónomos, tal como sucede en el caso del transporte ahora mismo. Porque, en este siglo XXI, todo se transforma, y la huelga general también va a evolucionar.
La próxima huelga general que exterminará al PSOE de Zapatero será la de los consumidores insatisfechos; pero no porque los españoles se vayan a declarar de carteras y monederos caídos, no; sino porque ya no podrán consumir ni siquiera el mínimo necesario para satisfacer sus inclinaciones esenciales, primarias, más allá de la comida, el vestido y el techado. La huelga general la producirá, no el enfrentamiento marxista entre clases y sensibilidades, sino la tirantez entre las empresas productoras ansiosas por vender y la masa ávida de poseer, de comprar. Esa tensión, esa diferencia de potencial ante la falta de liquidez, se irá acrecentando, mientras las campañas publicitarias irán reforzándose, incidiendo, provocando roturas de hiel, ansias irresueltas, frustraciones, hasta que toda la energía acumulada produzca una gran implosión social que paralice el país —“Si no puedo consumir, que se joda todo”—, y en la que el bufón de Zapatero se vea engullido como en un gran agujero negro. Si los españoles no pueden consumir otra cosa, devorarán como Saturno al Gobierno.
8 COMENTARIOS:
Si no se prepara un grupo pequeño, selecto, con ideas y metas claras, alejado de redentorismo pequeño-burgués, a toda esta caterva de políticos indeseables le sucederá la mano dura, implacable, jerarquizada y monolítica del Fascio.
Cuando estos hayan hecho la limpieza, destrozado casi todo lo construido, entonces de nuevo, poco a poco, sibilinamente los burgueses, volverán a contruir de nuevo otra vez el edificio.
Yo intentaré pedir asilo político en Catalunya antes de que todo esto suceda.
Ji..ji...ji..ji.......
Enviada a menéame, los perros robocops la han destruido de inmediato.Nunca he visto reunir 12 votos negativos tan deprisa. El artículo picaba, porque también tenía un ritmo de votos positivos alto. Menéame es un tongazo asqueroso. Cuando algo es peligroso, los propios administradores hacen votar a personajes inexistentes. Tantos como hagan falta...
Hijos de la gran puta.
¿Asilo político en Cataluña, o Catalunya, dice Vd., Reverendo abate?.
¡Pero hombre de Dios!. Si yo que vivo en ésta "Nación" o Nació hace múltiples lustros, estoy considerando seriamente el exilio hacia mi pequeño "oasis" de Bellotilandia y cerrar allí mi círculo vital.
En fin, dos opciones distintas y un solo Dios verdadero. Con El quede buen abate. Y que nunca le abandone. Por mi parte, estoy tiernamente convencido que Dios no abandona nunca a un buen ateo
¡Qué bonita es Bellotilandia! ¡Y qué cerdos más ricos se comen las bellotas de Bellotilandia! ¡Y qué jamones dan los cerdos tan ricos que se comen las bellotas en Bellotilandia! Yo que tú, no me lo pensaba un minuto. ¿Qué te da Catalunya? ¿Bull blanc i bull negre de porc criat amb deixalles i purims?
¡Si te vas a Bellotilandia finalmente, avisa, Patalete! Puede que no te vayas solo...
Bien, después de haber pasado a algunos contactos la noticia de la iniciativa convocada por internet de una huelga general para el 15 de julio, recibo hoy el siguiente correo:
"La famosa huelga general convocada por internet y SMS para el 15 de Julio es una iniciativa de la ultraderecha, más concretamente de Alternativa Española. ¡Que la gente no vaya engañada, se ruega máxima difusión!
http://galiza.indymedia.org/gz/2008/06/16045.shtml"
Imagino que ya comienza la contrainformación e intoxicación para generar confusión, veremos como trascurre la cosa.
Hasta donde he llegado he visto en internet la convocatoria de huelga en
http://paz-digital.org/new/content/view/7695/2/
Saludos
Que los mismísimos fascistas llamen a la huelga general no determina que esta no sea necesaria, oportuna y benéfica.
Piensa que, en caso contrario, bastaría con inventar un supuesto partido fascista que mandara hacer todo lo que le jode al Gobierno para que nadie lo llevase a cabo, por miedo a parecer fascista o porque "si los fascistas lo dicen, es que será malo para la Democracia"... Lo único que es fatal para la Democracia es la Partitocracia de esta Monarquía Federal.
Salud.
Patalete cuando en América comenzó la liberación de las colonias, estas fueron auspiciadas por los criollos, descendientes de los colonizadores que querían emanciparse, y acabar con el expolio de las riquezas del continente.
Espanya no tiene arreglo. El trato dado a sus mejores hijos siempre ha sido el exilio. Y dentro, el franquismo hizo un trasvase de cientos de miles de ellos del sur hacia el norte. Despersonalizando y castrando el sentimiento de patria o nación para la mayoría de ellos.
En el siglo XIX mi heterónimo utrerano fué encarcelado y vilipendiado por los del "vivan las caenas", los "patriotas" de Fernando VII.
Dices Reverendo abate:
"Espanya no tiene arreglo. El trato dado a sus mejores hijos siempre ha sido el exilio. Y dentro, el franquismo hizo un trasvase de cientos de miles de ellos del sur hacia el norte. Despersonalizando y castrando el sentimiento de patria o nación para la mayoría de ellos."
Así parece que España se convierte en un ente metafísico, espiritual, capaz de las mayores aberraciones y monstruosidades. Así parece que "España" es tal o cual cosa y Cataluña ( o Murcia, o la Rioja) tal otra.
Y no.
España son 507.000 km cuadrados más o menos, con ciudades y pueblos, llanos, montañas, ríos, valles etc.., que no hace nada de eso. No comulgo con esa visión "territorial", tan propia de los nacionalismos ensimismados.
Todo eso que dices y en especial, lo de que,
"el franquismo hizo un trasvase de cientos de miles de ellos del sur hacia el norte",
es bien cierto, yo lo he vivido por mi mismo junto a muchos de mis paisanos. Pero eso no nos lo hizo "España", sino un grupo de gobernantes hijos de.... su santa madre, que maltrató a las regiones del sur y algunas del norte, -Galicia-,Con una auténtica sangría de lo mejor de ellas, su gente mas joven . Recibieron muchos peor trato que Cataluña y Euskadi. (Quiero decir que catalanes y vascos) ¿ves como hasta a mi se me "pega" el lenguaje?.
Y no obstante, parece que es a los nacionalistas de estas regiones, a los que el franquismo maltrató como a nadie. Falacias. Mentiras. Pero es lo que flota en el ambiente de estas "Naciones".
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