Es la tercera vez que, en situaciones inesperadas, los dirigentes europeos ponen caras de más tontos de lo que requiere la simulación. La primera, la caída del muro de Berlin, los puso pasmarotes hasta descubrir, con el terrorismo, un nuevo enemigo común. La segunda, el NO de Francia y Holanda a la Constitución de la UE, los aleló hasta hallar en Lisboa otro misterio tecnocrático que permitiría mantener unida a la clase política a costa de la incomprensión de los gobernados. La tercera, el No de Irlanda, oculta la tartamuda memez con la carátula de las brujerías de secta.
El derrotado primer ministro irlandés pide a la UE que halle una fórmula, incluida la repetición del referéndum sobre el Tratado de Lisboa, para continuar el proceso de su ratificación. Bruselas, temerosa de que el NO se repita, está pensando en ofrecer a Dublín el derecho de veto en materia fiscal y la no aplicación del Tratado a los sectores económicos que lo han rechazado con mayor intensidad. Pero el problema del NO irlandés no se resolverá, sino que se agravará, con medidas discriminatorias que otros países reclamarían para sí. La decisión de los gobernados irlandeses es irreversible. Y colocará al Tratado de Lisboa en la misma situación que la fenecida Constitución de la UE, si el presidente de la República Checa, Sr. Klaus, mantiene su criterio de que no es posible seguir con la ratificación, pues el NO de Irlanda ha sido, como dice, “la victoria de la libertad, y de la razón sobre los proyectos elitistas, artificiales y burocráticos de Europa”.
Los “nacionalismos de pequeño país”, como fue bautizado el checo en la primavera de Praga de 1968, por M. Hroch, son más europeístas que los de las grandes naciones del continente. En nuestro anterior editorial sobre el factor irlandés, diagnosticamos el triunfo del NO, antes de conocer los datos del referéndum, recordando los primorosos antecedentes europeístas de la cultura humanista irlandesa. Ahora también recordamos que el pueblo checo presentó su causa nacional, ante los vencedores en la guerra del 14, como un hecho cultural europeo, antialemán y antimagiar, de carácter más lingüístico que político, derivado de los acontecimientos de 1848, y de las ideas desarrolladas por el gran historiador checo Palacky (1). La entidad checoeslovaca, cuyo concepto y expresión fue creada por Jan Kollar, que políticamente se consideraba húngaro, no podía durar sin imposición de un ocupante extranjero. Era natural la separación de checos y eslovacos.
El carácter de los pueblos se manifiesta en sus respuestas colectivas a preguntas del Poder sobre lo que aquellos ignoran. El NO libera. El SÍ esclaviza.
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO FORTE
DIARIO DE LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL
(1) Frantisek Palacky fue historiador y político. Siempre sostuvo, e invariablemente fue confirmado por la historia del siglo 20, que Europa Central es un espacio de naciones pequeñas, incapaces de existencia estatal independiente. Palacky consideraba que la existencia del aquel entonces multinacional imperio austriaco era el único garante del desarrollo libre de esas pequeñas naciones. Como político, Palacky defendía la transformación del imperio austriaco en un Estado federado. Exactamente lo que hoy sostiene Klaus que debe ser Europa entera.
(Este artículo, publicado originariamente en el Diario Español de la República Constitucional, arriba enlazado, se publica en Ácratas amparándonos en el derecho de cita. La nota (1) es del editor de Ácratas. Esperamos vuestros comentarios.)
El derrotado primer ministro irlandés pide a la UE que halle una fórmula, incluida la repetición del referéndum sobre el Tratado de Lisboa, para continuar el proceso de su ratificación. Bruselas, temerosa de que el NO se repita, está pensando en ofrecer a Dublín el derecho de veto en materia fiscal y la no aplicación del Tratado a los sectores económicos que lo han rechazado con mayor intensidad. Pero el problema del NO irlandés no se resolverá, sino que se agravará, con medidas discriminatorias que otros países reclamarían para sí. La decisión de los gobernados irlandeses es irreversible. Y colocará al Tratado de Lisboa en la misma situación que la fenecida Constitución de la UE, si el presidente de la República Checa, Sr. Klaus, mantiene su criterio de que no es posible seguir con la ratificación, pues el NO de Irlanda ha sido, como dice, “la victoria de la libertad, y de la razón sobre los proyectos elitistas, artificiales y burocráticos de Europa”.
Los “nacionalismos de pequeño país”, como fue bautizado el checo en la primavera de Praga de 1968, por M. Hroch, son más europeístas que los de las grandes naciones del continente. En nuestro anterior editorial sobre el factor irlandés, diagnosticamos el triunfo del NO, antes de conocer los datos del referéndum, recordando los primorosos antecedentes europeístas de la cultura humanista irlandesa. Ahora también recordamos que el pueblo checo presentó su causa nacional, ante los vencedores en la guerra del 14, como un hecho cultural europeo, antialemán y antimagiar, de carácter más lingüístico que político, derivado de los acontecimientos de 1848, y de las ideas desarrolladas por el gran historiador checo Palacky (1). La entidad checoeslovaca, cuyo concepto y expresión fue creada por Jan Kollar, que políticamente se consideraba húngaro, no podía durar sin imposición de un ocupante extranjero. Era natural la separación de checos y eslovacos.
El carácter de los pueblos se manifiesta en sus respuestas colectivas a preguntas del Poder sobre lo que aquellos ignoran. El NO libera. El SÍ esclaviza.
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO FORTE
DIARIO DE LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL
(1) Frantisek Palacky fue historiador y político. Siempre sostuvo, e invariablemente fue confirmado por la historia del siglo 20, que Europa Central es un espacio de naciones pequeñas, incapaces de existencia estatal independiente. Palacky consideraba que la existencia del aquel entonces multinacional imperio austriaco era el único garante del desarrollo libre de esas pequeñas naciones. Como político, Palacky defendía la transformación del imperio austriaco en un Estado federado. Exactamente lo que hoy sostiene Klaus que debe ser Europa entera.
(Este artículo, publicado originariamente en el Diario Español de la República Constitucional, arriba enlazado, se publica en Ácratas amparándonos en el derecho de cita. La nota (1) es del editor de Ácratas. Esperamos vuestros comentarios.)
10 COMENTARIOS:
Eslovenos? No sera eslovacos?
Absolutamente de acuerdo.
El presidente de Chequia se ha convertido en mi nuevo ídolo. No es fácil decir las cosas claras ante tanta presión de la oligarquía europea. A ver si aprenden otros, que van de progres nombrando ministras y luego no tienen cojones de luchar por la libertad.
Este periodico habla mas claro que los partidos sindicatos, le dais caña a todas las podridas instituciones españolas europeas mundiales y galacticas. Os leemos (en el curro) y discutimos la jugada. Libertad o muerte!
un anonimo
¿Comentarios? Nada que comentar. Mucho que aprender. Este Garcia Trevijano interpreta perfectamente lo que se cuece en Bruselas. No es bueno que los españoles nos desinteresemos tanto por todo lo europeo. Luego tiene consecuencias, como la jornada laboral de 60 horas. Gracias.
Agradeceria el esfuerzo, por quien pudiera hacerlo, de poner la situación nacianalista española y sus particularidades en coherencia con lo que transpira este análisis del 'factor checo'.
Quizás sea mucho pedir, quizás el propio autor, Antonio García Trevijano, lo irá haciendo en suscesivas aportaciones del Diario de la República Constitucional
Grácias
lajos
En anónimo anterior habla del nacionalismo catalán. A mi parecer, quiere ignorar que tal cosa nació cuando aparecieron las grands oleadas inmigratorias de la industrialización de finales del XIX, no antes. Antes, hay una historia de 500 años de unión leal al concepto de España en el que no se ha discutido más que fueros y particularidades legítimas.
Chequia, por el contrario, ha sufrido todos los avatares de la descomposición de un imperio, el austr-húngaro, que ha marcado a tantas pequeñas naciones del centro de Europa. Nada que ver.
Claro que ésta es mi opinión, no la de un erudito como García-Trevijano. Puede que él lo vea de otro modo. Yo sólo soy un miembro de la xarnegada irredenta...
Espero que trobi aquestes paraules respectuoses per a Catalunya.
Gràcies. Gracias.
Fernando ó Ferràn (como quieras,
Admito que la limitación de un breve comentario puede dar lugar a interpretaciones erróneas y tal veo es el caso por tu parte.Al decir 'situación nacionalista española' he querido aludir a la tensión entre los nacionalismos, español (lista) y periféricos, por llamarlos así ahora.Por supuesto, no tomo posición por ninguno, ni grande ni pequeño.La propuesta Republicana Constitucional-MCRC, promueve la unidad nacional española, como hecho natural e histórico constituida estatalmente con un gobierno demócrático (separación real de poderes) y presidencialismo republicáno.Sin embargo,intuyo que no es tan fácil conectar esta estructura política con los acendrados sentimientos nacionalistas (catalán, vasco,...), mecerados en decenios y decenios de ideológias victimistas y de maltrátos culturales objetivos.Por eso solicitaba pedagogía política.
te agradezco tus comentarios y respetuosas palabras, aunque no van del todo encaminadas.
Lajos
Si me he equivocado, lo siento. Te pido disculpas. Ha sido un acto reflejo por el acento de tu "grácias", que me ha recordado que, en catalán, gracias se escribe con tilde inversa: "gràcies". De ello he deducido que eras catalán. Ya ves. A eso se le llama precipitarse.
I altra cosa: vull que sàpigues que'estimo molt i molt Catalunya. La meva, però. La que integra la xarnegada. La que porta 2.000.000 a la feria de Abril.
Le pasaré tu pregunta a Trevijano. Aunque puedes hacérsela tú mismo en su blog, que atiende personalmente:
http://antoniogarciatrevijano.com
Un saludo.
Vull dir: "que m'estimo"...
A partir de hoy mismo, este Diario dispone de un foro para contribuir al diálogo entre lectores y autores.
Podéis conectar con él en la esquina derecha del Diario (la parte queda oculta, si vuestra pantalla es de 1024x768 o menor: tendréis que desplazar la corredera inferior para verla), justo debajo de IR A LA PORTADA DE ÁCRATAS, donde dice IR AL FORO DE ÁCRATAS.
Se trata de un antiguo foro de combate con más de tres años de antigüedad que Patalete conoce bien.
Ánimo y participad.
Ácratas
Publicar un comentario