REFLEXIÓN PERSONAL


El que, sin conocer los entresijos de las relaciones entre dos que disputan, elige a uno de ellos y rechaza al otro, sólo demuestra irresponsabilidad.

Tampoco parece que la mediación entre partes en querella sea tarea reconocida u oportuna. Es frecuente recibir de ambos lados. Ello evidencia que nadie desea ser salvado de su destino. Esperemos que la gente adulta sepa lo que se hace más de lo que parece.

De modo que, sin tomar partido ni mediar, ¿qué es lo que puedes hacer? Pues seguir siendo tú mismo y aguantándote con la individualidad que, como un estigma, portas.

¿Y no ocurrirá gran cosa, ya lo verás! Nadie es perfecto, como nos esforzamos todos en evidenciar. Ni siquiera lo es el remismísimo Dios, al fin y al cabo construido a imagen y semejanza nuestra.

El más perfecto de todos, bien que lo sabes, no eres tú mismo. De modo que, antes de retirarle el saludo a alguien, convéncete bien de que realmente no mereces que te salude más.

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