EL MILAGRO DEL CALAMAR CON MOFLETES

En aquel tiempo, ZP se marchó a la otra parte de Hispanistán para reflexionar sobre la crisis que nos asolaba y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en la enferma economía patria o del moderno real del vellón. Subió ZP al Monte Tibidabo y allí sentóse pensativo en compañía de sus ministras y ministros de la "res económica", y otros altos prebostes del PSC y ERC, aunque también abundaban los fariseos y escribas del PP. Estaban próximas las vacaciones de verano o merecida fiesta para productores y jornaleros, pero mucho más para los políticos que querían solazarse y descansar tras un agotador
período de sesiones congresuales y senatoriales porque, tras manipular pulsadores, clavijas y mandos de votación durante mas de cincuenta días en aquel año, habían quedado exhaustos y con los dígitos tumefactos y encalambrados.

Y los presidentes y otros altos dignatarios de las taifas le reclamaban “lo suyo”, es decir, un acuerdo de financiación de su predio. Todos querían abundancia de panes y peces, mas panes y mas peces que a los de la taifa vecina. Al levantar ZP los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente de todas las taifas en comisiones encabezadas por los presidentes que no cesaban de clamar diciendo: ¿"Qué hay de lo mío”?, dijo a su ministra y discípula predilecta llamada Maitefer: ¿De dónde vamos a sacar tantos panes y peces para que coman todos éstos? Y se lo decía para probarla, porque él ya sabía lo que iba a hacer.

Maitefer le contestó: “Presidente, con quince mil millones de denarios/euros adicionales bastará para que cada uno coma un poco y dése por satisfecho”. Dirigíose ZP a otra de sus discípulas/ministras llamada Elenasal y preguntóle: ¿Cuántos panes y peces tenemos? Y díjole la Ministra: “Por aquí hay un muchacho que dice que tiene un “Botín” de cinco panes de cebada, dos peces y quince mil millones de denarios/euros que nos los ofrece a buen interés y bastarán para dar de comer y contentar a todos estos”. ¿Cuántos son? , inquirió ZP. "Pues decenas de miles, todos ellos políticos, altos dignatarios, prebostes y muchos, muchos asesores que avisan, orientan y encarrilan que es un contento. Y todos ellos vienen hambrientos después de seguirte hasta la Montaña. Y aún aseguran que te seguirán si falta hiciera, hasta la laguna Estigia donde el barquero Caronte los transportará hasta el incierto Reino de la Tinieblas si tu se lo pides".

Esto dijo Elenasal y ZP quedóse pensativo. Y díjole luego: “Mandadles que se recuesten y se pongan cómodos que voy a darles de comer y todo lo que pidan, incluso más". A una señal de Maitefer y Elenasal, los hombre y mujeres políticos/as y altos dignatarios varios, en número de cien mil, se recostaron y contemplaron con arrobo al ínclito ZP. Y Él, desde lo mas alto del Monte, comenzó a repartir panes, peces y denarios/euros.

Cuando todos hubiéronse saciados, dijo a sus discípulos ministros: “Recoged todo lo sobrante para que nada se pierda. Y recogieron veinte mil toneladas de panes y peces con cuyas sobras luego dieron de comer exportados alimentos y denarios/euros por millones al Tercer Mundo, pues que los panes y peces jamás disminuían, antes bien, siempre había sobras abundantes. Asi también, repartió los quince mil millones de denarios/euros y todos quedaron conformes, porque veían que ZP los multiplicaba y les daba mucho más de lo que pedían. E incluso todos los generales, virreyes visires, imanes y demás fariseos de las distintas taifas, súbditos del Gran Califa de Oriente, estaban seguros de haber recibido mas que sus vecinos. Tal fue el reparto de los panes, los peces y los denarios/euros. Y al ver aquella muchedumbre de altos dignatarios, la señal que había realizado decían: “Verdaderamente, éste es el Profeta que iba a venir al mundo para salvarnos”.

Dióse cuenta ZP que intentaban venir hasta Él y tomarle por la fuerza para erigirle Califa de Oriente y Occidente, y huyó de nuevo hasta La Mareta Él solo. Meditó en aquellos parajes durante cuarenta días y cuarenta noches, resistiendo todas las tentaciones del maligno demiurgo, que aún le tentaba para hacerle Rey del Mundo si, postrándose ante él, le adorara, pero Él no le adoró. Luego volvióse a Madrid, convocó elecciones anticipadas y volviólas a ganar.

PATALETE


NOTA DEL EDITOR: No establece paralelismos Patalete con Jesús de Nazareth, sino con el Profeta Eliseo del Antiguo Testamento, que también prestidigitó una multiplicación de panes, según narra el Segundo Libro de los Reyes. Ese trabajo, fuera de bromas, viene haciéndolo en la actualidad Cáritas Diocesana, mal que nos pese a todos los ateos, agnósticos, impíos, descreídos y herejes que hemos sido, somos y seremos. ¡Hay que joderse con este socialismo de los cojones!