ESPANA VUELVE A SUS ORIGENES

Aceituneros de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma, quién, quién levanto los olivos?, podría haber recitado de nuevo un Miguel Hernández contra los "bravidos" caballos de bonanza partitocráticos que van a dejar a España como un erial que no la conocerá ni la madre que la parió, ya verán, ya.

De la Extremadura de Patalete, tras encomendarnos a sus encinas y olivos, partimos con el júbilo del caminante acrático, a la manera de un Labordeta, por las trochas y veredas de Bellotilandia hacia Andalucia, Jaén nos espera. Cansados a los pocos kilómetros, estos urbanitas perezosos cogen la guagua, uno de esos buses gratuitos que ponen los Ibarra-Vara para los agricultores, el señorito socialista se porta bien con su clientela rural, o eso parece. Al cruzar la frontera entre los dos Estados Autonómicos se nos sube un tropel de negros y norteafricanos,a los que antes se llamaban moros. Así vamos de seguido hasta apearnos en la estación de buses de Jaén, los moros con la esperanza de encontrar trabajo, alguno ya nos ha dicho que la cosa está cada vez más jodida. Jodida? en el campo español, el paraiso del empleo, junto a la construcción?, es posible?.

Sí, nos dice el securitas de la puerta, cada mañana lo mismo, cientos de negros llegan y se ponen a deambular por aquí, esperando que alguien los contrate, pero nada, ahí siguen esperando. Un senegalés al lado se nos queja: "no nos coje nadie porque dicen que no tenemos papeles, cuando antes eso no era ningún obstáculo". Este senegalés ha venido de Madrid donde repartía publicidad, como siempre en esta época, para la recolecta de las aceitunas. Y si hasta la fecha, cada año en época de recolección, había 7000 puestos a la sazón para inmigrantes, ahora la cosa parece que ha cambiado radicalmente.

El bestial crecimiento del desempleo ha hecho que este año, en la España de la Champion League zapateriana, los propios andaluces de Chaves no tengan reparos ni ascos en recoger las aceitunas hernandinas, antes una tarea reservada a los parias inmigrantes. Sólo en la región de Jaén hay ya cerca de 50.000 desempleados, "no necesitamos este año ningún recolector foráneo, tenemos el cupo cubierto", nos dice una funcionaria de la Junta. Pero da casi lo mismo, porque las falsas esperanzas, el efecto llamada que han creado los exabruptos de un circense Caldera y su actual sucesor, el siempre impredecible Corbacho, siguen impulsando a miles de inmigrantes a acercarse al campo pensando en el jornal que van a recibir hasta final de enero, a cosa de 50 euros diarios.

Y así esta la situación, en la España va bien del PP y en la va mejor del PSOE, la del coladero de la inmigración ilegal consentida. En el último año a pesar de la crisis y los controles que el gobierno de chaflamejas zapateriles, por lo bajini, ha ido poniendo, se nos han metido 700.000 inmigrantes más, el 40% del total de la Unión Europea. Demasiado tarde calderetillas sociatas. El país se desmorona a la velocidad de la implosión de la burbuja inmobiliaria en la crisis económica más grande de la historia moderna española. En el pasado mes de noviembre pasabamos de los 900.000 desempleados del año anterior, a los 3 millones y la sangría continua imparable.

Mientras tanto Jaén, como una muestra de lo que pasa en el resto del país, tiene a 5000 inmigrantes africanos paseándose por sus campos sin pena ni control. Los centros de Cáritas en la zona no dan abasto, hasta 700 comidas diarias reparten en la zona, y eso contando con que sólo están preparados en teoría para 100: "nunca habíamos visto nada parecido", nos dice una religiosa en Úbeda de ojeras marcadas atareada en el comedor. Aquí hasta los marroquíes, por muy musulmanes que sean, encuentran su centro protector donde comer y dormir caliente. Eso sí, no hay suficientes colchones para todos, y muchos duermen encajonados en cualquier mínimo espacio del suelo. Es el mismo caso en Úbeda, Baeza... nos dice otro trabajador de Cáritas, estamos desbordados. En Úbeda, por ejemplo, ya están pensando en destinar terrenos deportivos para alojar a los inmigrantes.

Ante este monumental desastre, nuestros cthulhunianos partitócratas no paran de lanzar paridas a cargo de la bancarrota del tesoro público con las que logran tener menos resultados prácticos que el centro de Cáritas de la provincia de Jaén. Al programa de retorno del "menestro" Corbacho, que que nos ha costado unos milloncejos de euros pulidos en burocracia, sólo se le han apuntado 500, al menos dice que va a parar la contratación de inmigrantes en origen. Menudos lumbreras, a estos habría que ponerlos por ley a apadrinar a los famélicos inmigrantes que su misma irresponsabilidad nos ha traido, o mejor, a cargarles con una República Constitucional y devolverlos a limpiar letrinas públicas.

No los levantó la Junta, ni el PPSOE, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor.