Cuando publiqué mi libro “La identidad maketa”, allá por 2006 (parece mentira pero ya han pasado dos años desde entonces), muchos amigos me dijeron, pero hombre, si ese tema de los apellidos ya no se lo cree nadie. Ahora la cuestión está en ver si eres adicto a la causa o no, si consideras que lo mejor chupy guay es lo vasco, mientras que lo español es lo cutre, lo puaj. En eso consiste el elemento discriminador actual en el País Vasco. Luego, si además de ir por lo vasco te da por acercarte un poco al euskera, sólo para comprobar lo rematadamente difícil que es, pues nada, tú haces algún alarde de vez en cuando y luego te callas lo mucho que te costó entender la última novela de Anjel Lertxundi, si es que llegaste a pasar del primer capítulo.
Pero bueno, yo estaba con el tema de los apellidos, de que ya no cuentan. Y para demostrar que esto no es así, que esto está inserto en el peculiar imaginario vasco hasta los tuétanos, os voy a dar unas cuantas muestras. Como sabréis, aquí no hay estadísticas fiables de nada que tenga que ver con lo que realmente ocurre. Las estadísticas que se dan están precisamente hechas para ratificar lo que previamente se espera que digan. Pero allá por 1998 a un estadístico de profesión llamado José Aranda Aznar, le dio por sacar, en un artículo titulado “La mezcla del pueblo vasco” (revista Empiria, UNED, nº1), un balance, obtenido del propio Censo Electoral, de los apellidos de los ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca. De sobra está decir que nadie le hizo ni puto caso. Creo que sólo leí una columna en el Egunkaria de entonces, de un tal Barandiaran, diciendo que todos los datos que había allí estaban falseados, entre otras cosas porque los flujos relativos a Navarra (que también aparecen, junto con los del resto del Estado) no los computaba como internos a Euskal Herria, sino como externos a la Comunidad Autonóma Vasca. Lo cual eran ganas de marear y de no reconocer lo que allí se dice, claro. Porque tampoco se tienen en cuenta, como es obvio, los datos del País Vasco francés, pero vete a saber quién es capaz de deducirlos, cuando esa supuesta demarcación no consta en ninguna parte: forma, junto al Bearn, el departamento francés de Pirineos Atlánticos.
Lo que salió en esa estadística fue: ciudadanos con los dos primeros apellidos vascos: 20,50%; ciudadanos con un apellido vasco y otro no: 25,42%; y ciudadanos con los dos primeros apellidos no vascos: 54,08%. Como se sabe, el elemento discriminador para saber si un apellido es vasco o no, desde Sabino Arana, es que sea euskérico, o sea, que en euskera signifique algo.
En 1980 empezó su andadura el Parlamento Vasco, tras la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1979. Entonces los parlamentarios eran 60. Pues bien, la distribución de apellidos entre los parlamentarios de entonces era: con los dos primeros apellidos vascos: 35 parlamentarios; con uno vasco y otro no: 17; con los dos primeros apellidos no vascos: 8. Poniendo estas cifras en tanto por ciento resultan: 58%, 28% y 13% respectivamente. Estas cifras, con las siguientes legislaturas, han ido variando sensiblemente a medida que los equilibrios políticos en el Parlamento vasco han ido basculando hacia un mayor equilibrio entre los partidos nacionalistas y no nacionalistas, partiendo de un momento inicial en el que la presencia de partidos nacionalistas era abrumadoramente mayoritaria. Primer dato que surge de aquí: la presencia de partidos nacionalistas lleva consigo la mayor abundancia de gentes con los dos primeros apellidos vascos, para que luego digan que eso no cuenta.
Seguimos. Si nos vamos a la VI Legislatura, la de 1998 a 2001, vemos que la proporción de apellidos es la siguiente: ya tenemos 75 parlamentarios formando la institución; de ellos 32 tienen los dos primeros apellidos vascos, 21 solo uno de los dos y 22 ninguno. Las proporciones entre partidos nacionalistas y no nacionalistas se van equilibrando. Estos datos en tanto por ciento significan: 42,66%, 28% y 29,33%. Si los comparamos con los datos de apellidos de ciudadanos del País Vasco dados por Aranda en su balance referidos a ese año 1998 (recordemos 20,50%, 25,42% y 54,08% respectivamente), vemos que la desproporción sigue siendo fuerte a favor de parlamentarios con apellidos vascos. ¿Por qué? ¿Es casualidad? De casualidad nada. A medida que en el Parlamento vasco los partidos no nacionalistas han ido aumentando su peso, la proporción de apellidos vascos ha ido bajando. Así de claro, y de una manera perfectamente coordinada. Basta con acudir a las listas de parlamentarios vascos en la página web de esa institución para comprobarlo.
¿Quiere esto decir que los partidos nacionalistas eligen para sus representantes mayoritariamente a gentes con apellidos vascos? Sin lugar a dudas. El caso es que precisamente los partidos no nacionalistas tienen en su seno una representación mucho más acorde con la realidad vasca (en relación con los apellidos, ya que en su seno hay gentes con ellos y sin ellos en una proporción bastante ajustada) que los partidos nacionalistas. Lo que ocurre es que si sumamos, como hemos hecho aquí, los representantes de unos y otros la desproporción es escandalosa a favor de las gentes con apellidos vascos.
Y un último dato, en los partidos nacionalistas, con el tiempo, han ido entrando, tímidamente pero sin pausa, gentes con apellidos no vascos, como es obvio y normal si quieren aspirar a representar fielmente la realidad de país que tenemos. Pues bien, el partido que tiene mayor proporción de apellidos vascos en sus representantes, pero con una constancia total y permanente (valga el pleonasmo) a lo largo de todas las legislaturas, es el partido que corresponde a lo que entendemos por la izquierda abertzale, sea HB, EH, EHAK o el que sea. ¿A que resulta curioso? Estas gentes que tienen entre sus héroes a personajes como De Juana Chaos, Iglesias Chouzas y por ahí, luego como cabezas de lista siempre, siempre, ponen a gentes con los dos primeros apellidos vascos. ¿Casualidades de la vida también?
(Dedicado a Patalete)
12 COMENTARIOS:
Un blog de anarquistas fascistas...
Mira que hay cosas en este mundo, pero esa "dicotomia hipócrita" no la habia observado todavia.
Vivir para ver... acratas pueblerinos, totalitarios e intolerantes... !!!sa jodio mariano!!!, !!!vente papaña!!!.
¡¡¡Sí, sí, tienes razón: la libertad de expresión de una pluralidad de ideas ha sido siempre el más claro síntoma del fascismo!!!
¡¡¡La acracia debe ser irreflexiva, o no es acracia!!! ¡¡¡No hay más acracia que la de Durruti, naranjero en mano!!!
Joder pues en Catalunya pasa mucho peor, ahívalahostia! Aquí, la representación del pueblo real, por apellidos, es prácticamente nula, imposible, a pesar que el President se llame Montilla y el Vicepresident Pérez-Carod.
"¿Quiere esto decir que los partidos nacionalistas eligen para sus representantes mayoritariamente a gentes con apellidos vascos? Sin lugar a dudas."
En estas frases (al comienzo del penúltimo párrafo) me parece que está expresado uno de los ingredientes esenciales de un régimen partitocrático, no democrático,como el español actual:El mecanismo político que permite modificar las proporciones identitarias a la carta, según el interés nacionalista regional.Porque estos 'representantes' NUNCA representarán a la gente real, en este sistéma no democrático.Representarán a los mandameses del partido que los ha elegido.Sin cuestionar este estatus político, no dejamos de marear la perdíz.
Lajos.
¡menudo rollo! ya podias poner una gráfica numérica como hacen los otros articulistas. Así es indigerible este artículo.
¡Toma gráficas! A ver si te gusta así:
EL GRAN FRAUDE DE REPRESENTATIVIDAD DE LOS POLÍTICOS CATALANES (publicado el 23 de agosto de 2006):
http://messageinout.blogspot.com/2006/08/el-gran-fraude-de-representatividad-de.html
¡Uf no! No entiendo nada. Mejor sin gráficas y explicado en español de andar por casa, si puede ser.....
¡JAJAJAJAJAJA...! No me extraña: decía Hawking (creo) que, en cualquier libro de divulgación científica (y él es autor de unos cuantos de esos de éxito), cada fórmula matemática reducía las ventas a la mitad.
Y en su "Historia del Tiempo" se limitó a dejarsólo una fórmula:
E = m.c2
¡No quiero ni imaginarme cuántos libros hubiera vendido, si no llega a ponerla!
¡JAJAJAJAJAJAJAJA...!
Muy interesante y empírico el artículo. Te felicito
Gracias por la dedicatoria Pedro J. Chacón. Éste artículo se corresponde muy bien con el que el "Dire" de éste acrático diario publicó el 23 de agosto de 2006 ya aludido en las respuestas, representativo de lo que ocurre en Cataluña. Y es que los problemas de Maquetilandia y Xarneguilandia respecto al "patanegrismo" de los representantes naciona-listos es muy similar.
¡Joder, que representatividad!
A ver si en una de las próximas elecciones autonómicas, los maquetos y xarnegos llegamos al 80 % de abstención.
¡Y pensar que ellos mismos se creen demócratas! ¿ O no se lo creen?
¡¡Basta yá de perder el tiempo con los nacionalismos, que el peor es el ESPAÑOL!!
Todo catalizador que aumente la temperatura de ebullición es bueno circunstancialmente para la caída de la PARTITOCRACIA.
Y los nacionalistas de todo tipo son CATALIZADORES aunque estén en las antípodas de la República Constitucional.
En la República Constitucional no tiene cabida el egoísmo, y todo nacionalista, DIGO TODO, será un indeseable.
Es el ESTADO ignaros, el ESTADO lo necesario.
Los nacionalismos se disuelven como azucarillos en agua, ellos solos, en la República Constitucional. Voluntariamente, sin violencia, por la fuerza de la razón, de la conveniencia y de la economía.
Supongo que ya imaginaréis cómo eso sucederá.
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