Los nacionalistas vascos y catalanes hace tiempo que lo tienen claro. Lo mejor es defender su propia identidad, la suya nativa, la de la estirpe de Aitor, o la de Wilfredo el Piloso, tanto da. Y luego los maketos y los xarnegos todos corriendo a chapurrear el euskera o el catalán, a hacerse vasquitos y catalanitos, a ponerse nombres autóctonos y a no hablar jamás de sus abuelitos de Salamanca o de Almería (quién tuviera un abuelito del Goierri o del Ampordá.
Nada que ver con los españoles, que dicen que no tienen ninguna identidad y luego pasa lo que pasa. En España las izquierdas dicen que no tienen identidad: ellas son, como mucho, constitucionalistas. Para españoles ya están los del PP. Y luego en las autonomías “con identidad”, como País Vasco y Cataluña, van y se hacen vascas o catalanas. Que se lo digan a Montilla, a Patxi López, a Madrazo, a Saura y por ahí. ¿Quién entiende eso?
Ser español es, por definición, ser un tipo de derechas, mientras que ser vasco o catalán es algo que se supone al margen o diferente de ser de derechas o de izquierdas, en todo caso es más de izquierdas que ser español. ¿Por qué las izquierdas en España, sobre todo durante la Transición, han dejado de ser españolas?
En la II República, por ejemplo, y ahí están los políticos que quedan de entonces (creo que sólo Carrillo, pero a este casi mejor que no consultarle), ser de izquierdas era otra forma de ser español. Los más elegíacos cantos por la patria perdida están en los exiliados republicanos españoles: léase a Rafael Altamira, por ejemplo, para comprobarlo. A este historiador, probablemente el mejor historiador español de todos los tiempos, le tuvo que hacer el correspondiente homenaje por la reedición de su obra magna “Historia de España y de la civilización española” nada menos que José María Aznar, porque en el PSOE no hay nadie que tenga la suficiente vergüenza como para salir a reivindicar a uno de los suyos, o por lo menos de sus próximos, de antes de la guerra.
En el País Vasco la cosa es más patética incluso. Los socialistas vascos actuales son todos unos iletrados, unos ágrafos en su gran mayoría. Lucen un desconocimiento de la historia reciente que ya lo quisieran para sí los abertzales más radicalizados. Y así tenemos que cuando desde el gobierno de Madrid se propuso poner el nombre de Indalecio Prieto a la Estación de Renfe de Bilbao, la Estación de Abando de toda la vida, la mayoría de los socialistas de aquí tuvieron que acudir al Espasa para saber quién era ese señor: que luego resultó ser el representante más genuino de la propia identidad maketa de los socialistas vascos, el mismo negoció con los nacionalistas la consecución del primer estatuto de autonomía para el País Vasco, en plena Guerra Civil.
En la Transición los socialistas vascos de entonces habían perdido toda su memoria histórica de antes de la guerra civil y de la posguerra. No sabían que podían reivindicar su papel en la guerra con más dignidad que los propios nacionalistas, que se fueron todos a rendir a los italianos en Santoña. Los socialistas vascos de la Transición, como “Txiki” Benegas, por ejemplo, hablaban de respetar la nación natural vasca y de propugnar la unión de vascos y navarros y cosas por el estilo, para hacerse los simpáticos. En fin, todo como muy lamentable. Seguiremos.
PEDRO JOSÉ CHACÓN
Nada que ver con los españoles, que dicen que no tienen ninguna identidad y luego pasa lo que pasa. En España las izquierdas dicen que no tienen identidad: ellas son, como mucho, constitucionalistas. Para españoles ya están los del PP. Y luego en las autonomías “con identidad”, como País Vasco y Cataluña, van y se hacen vascas o catalanas. Que se lo digan a Montilla, a Patxi López, a Madrazo, a Saura y por ahí. ¿Quién entiende eso?
Ser español es, por definición, ser un tipo de derechas, mientras que ser vasco o catalán es algo que se supone al margen o diferente de ser de derechas o de izquierdas, en todo caso es más de izquierdas que ser español. ¿Por qué las izquierdas en España, sobre todo durante la Transición, han dejado de ser españolas?
En la II República, por ejemplo, y ahí están los políticos que quedan de entonces (creo que sólo Carrillo, pero a este casi mejor que no consultarle), ser de izquierdas era otra forma de ser español. Los más elegíacos cantos por la patria perdida están en los exiliados republicanos españoles: léase a Rafael Altamira, por ejemplo, para comprobarlo. A este historiador, probablemente el mejor historiador español de todos los tiempos, le tuvo que hacer el correspondiente homenaje por la reedición de su obra magna “Historia de España y de la civilización española” nada menos que José María Aznar, porque en el PSOE no hay nadie que tenga la suficiente vergüenza como para salir a reivindicar a uno de los suyos, o por lo menos de sus próximos, de antes de la guerra.
En el País Vasco la cosa es más patética incluso. Los socialistas vascos actuales son todos unos iletrados, unos ágrafos en su gran mayoría. Lucen un desconocimiento de la historia reciente que ya lo quisieran para sí los abertzales más radicalizados. Y así tenemos que cuando desde el gobierno de Madrid se propuso poner el nombre de Indalecio Prieto a la Estación de Renfe de Bilbao, la Estación de Abando de toda la vida, la mayoría de los socialistas de aquí tuvieron que acudir al Espasa para saber quién era ese señor: que luego resultó ser el representante más genuino de la propia identidad maketa de los socialistas vascos, el mismo negoció con los nacionalistas la consecución del primer estatuto de autonomía para el País Vasco, en plena Guerra Civil.
En la Transición los socialistas vascos de entonces habían perdido toda su memoria histórica de antes de la guerra civil y de la posguerra. No sabían que podían reivindicar su papel en la guerra con más dignidad que los propios nacionalistas, que se fueron todos a rendir a los italianos en Santoña. Los socialistas vascos de la Transición, como “Txiki” Benegas, por ejemplo, hablaban de respetar la nación natural vasca y de propugnar la unión de vascos y navarros y cosas por el estilo, para hacerse los simpáticos. En fin, todo como muy lamentable. Seguiremos.
PEDRO JOSÉ CHACÓN
15 COMENTARIOS:
L'assumpte identitari és molt més complexe del que vostè pensa, senyor. Hi ha els sentiments, posem per cas. Jo em sento català, encara que el meu cognom pugui provenir d'Andalusia... Oi que m'entén?
Nacido en el 1941. Emigrado a Catalunya en el 1956. Desde entonces han transcurrido 52 años.
¿Con quién coño te crees que me puedo identificar yo?
Por cierto emigré, no para aprender idiomas sino para poder COMER cada día.
Te voy a decir con quién me identifico. Con todos los perdedores de todos los conflictos políticos que ha habido en España. Porque en España desde el paleolítico, han tenido el poder casi siempre, lo más vil, cutre, reaccionario y meapilas de Europa.
Y como Cataluña está entre los grupos sociales que han perdido, el resultado es el que es.
Y además la puta burguesía catalana es la única que ha tenido conciencia de clase, burguesa...pero de clase. ¡Ah! y algo la vasca, el resto basura.
Y los obreros de Cataluña y el País Vasco los más revolucionarios.
roigtotal: cada uno sabe lo que se siente. Sentirse algo es, creo yo, por definición, indemostrable y también fuera de razón, quiero decir que uno se puede sentir lo que le dé la gana. Otra cosa muy diferente es que los demás se tengan que sentir como se siente uno a sí mismo. Si no hay razones para sentirse lo que uno quiera, tampoco habrá para imponérselas a los demás, ¿no?
Ahora bien, si me dices, yo me siento catalán porque... y me empiezas a dar razones, ahí ya veríamos.
De momento me dices que tienes un apellido que proviene de Andalucía, con lo que seguramente tus padres o tus abuelos serán de por allí. ¿Tan mal lo han hecho como para que no te puedas sentir un poquito andaluz, un poquito xarnego?
Abate Marchena:
Me cuentas una realidad que corresponde a varios millones de personas que viven en Cataluña. Con lo cual no es algo nada raro lo que te pasa a ti. El problema, por llamarlo de alguna manera, es que mientras los nacionalistas nativos han echado mano de la identidad para diferenciarse de los que llegaban, los inmigrantes, tanto en País Vasco como Cataluña, lo que hicieron fue echar mano de la lucha de clases y abandonar a su suerte el tema de la identidad, de la suya propia.
Hoy, que el tema de la lucha de clases ya no tiene lugar en la política, toda la izquierda de entonces se encuentra como huérfana de identidad.
Yo lo que propongo para los maketos y los xarnegos es una identidad propia de ellos, diferenciada perfectamente de la de los nativos nacionalistas respectivos, los de Aitor o Wilfredo, y también diferenciada de la de quienes nunca emigraron, de la de quienes se quedaron en sus pueblos de origen.
La identidad maketa o xarnega es algo que tenemos que construir, porque ahí está nuestro auténtico pasado, nuestra memoria, ahí está nuestro dolor y nuestra falta de reconocimiento. No en revolucionarismos independentistas, con los que lo único que hacemos es hacerles el caldo gordo a esas burguesías nacionalistas de las que tanto abominas.
Porque cuando dices la "puta burguesía catalana" y en cambio salvas a Cataluña en general, porque fue perdedora, ¿no ves que ahí chirría algo?
Saludos maketos.
Si hay algún trozo de la península donde ha habido algo de Revolución burquesa, esa ha sido Catalunya.
Es vergonzoso que Andalucía, Murcia, Extremadura, Castilla y los padres que la engendraron, no hayan ni siquiera tenido una clase burguesa medianamente decente y creadora.
España con la feudal Castilla, la fatalista Andalucía más las parasitarias que les acompañan en el devenir histórico, no se puede redimir.
Más que una República Federal, lo que haría el proceso más justo para su vertebración positiva sería... una Confederal.
En cuanto a mi identidad esta es ecléctica, múltiple, variada, con ascendencia étnica diversa y completamente heterodoxa. Lo que se dice un "hijo" de la vida.
Abate Marchena:
Lo de la revolución burguesa, permíteme que te lo comente desde mi particular punto de vista, es que ya está muy "sobeteado". No sé por qué el concepto de revolución burguesa es algo positivo y en cambio, luego, la burguesía como clase social está tan baqueteada (la "puta" burguesía).
En definitiva, creo que lo de revolución burguesa y clases sociales (burguesía mala, yuyu, proletariado bueno, y si es catalán o vasco mejor) pertenece ya a un análisis rancio y obsoleto del pasado.
Y lo de negarte a tí mismo una identidad respecto de otros, haciéndolo por elevación (soy "hijo" de la vida) o por inmersión (soy un individuo inclasificable por indómito e inimitable) creo que se puede decir que es algo así como ocultarte una parte importante de tu propia realidad social: eres junto con otros que son como tú o parecidos a ti. Nadie es una isla.
Si llegaste a Cataluña en 1956 está claro que formas parte de una realidad: la de la emigración a Cataluña de otras partes depauperadas de España. Te vuelvo a repetir, esto lo podrás aceptar o lo podrás negar, pero es una realidad como la copa de un pino: y eres semejante, tienes una identidad común con todas esas gentes que vinieron a Cataluña como tú. Y por eso tenéis unos problemas y una ubicación social (en el sentido de memoria, referentes, pasado, trayectoria) semejante.
Luego me podrás decir que eres "hijo" de la vida y todo lo que quieras, pero la realidad social a la que perteneces es esa: la xarnega, lo quieras o no. Pero cuidado: asumirlo no quiere decir regodearse en la miseria, ¡es que es todo lo contrario!: es sentir con orgullo tus propios orígenes, tu propia memoria, tu propia identidad.
Asumir la xarneguidad es asumir la propia identidad y darles por el culo a los que te quieren minusvalorar por eso.
¡Es que toda la vida nos lo han estado poniendo a huevo y nosotros, tontos, no nos hemos dado cuenta! Sólo nos fijamos en lo despreciativo que ellos, infelices, quieren darle a ese mote y no nos fijamos en lo positivo del asunto. ¡Que no eres catalán de los de la pata de Wilfredo ni puta falta que te hace!
Si fuéramos cuatro los maketos o los xarnegos, pues nos sentiríamos como en un gueto o algo así, rodeados de catalanes pata negra, pero es que da la casualidad que somos tantos como ellos. No tenemos que tener ningún complejo, sino todo lo contrario, asumir nuestra realidad, reivindicarla y también saber que no somos lo mismo que los españoles sin más, como nos quieren muchas veces hacer ver los nacionalistas.
Los nacionalistas dicen: bueno, si no os sentís catalanes o vascos como nosotros sólo os queda una salida: ser españoles. ¡De qué! Seremos lo que nos dé la gana ser: y yo soy maketo, porque no vivo en Murcia o en Cáceres, vivo aquí, en el País Vasco, y tengo muchas cosas diferentes a los paisanos míos que se quedaron en el pueblo. Somos tan distintos como pueda serlo respecto de los vascos nativos si me apuras. La condición de emigración confiere, por así decir, una identidad en sí misma y los vecinos que te encuentras tras salir de tu pueblo, los vascos y los catalanes, te aportan tantas cosas (sí, he dicho bien, te aportan) que te hacen ser diferente a quien serías si te hubieras quedado allí.
Y lo que hay que hacer es empezar por asumir esas cosas tan básicas, porque es que si no, como te decía antes, le dejamos el concepto de identidad expedito, limpio y puro a los nacionalistas del Piloso o a los de la boina, tanto da.
Y te tendrás que posicionar, quieras que no, respecto de ellos. Porque ellos han marcado la pauta, con su oposición a España (a la España rancia y caduca que tanto detestas) pero ofreciéndote a cambio sólo la modernidad en clave catalana o vasca. Ese es su truco.
No hay más revolución pendiente que esta: la de la identidad de los sin-identidad, la de la identidad de los "hijos" de la vida como tú (y como yo).
Abrazos maketos.
Por más que intentes clamuflarme lo de "con la patria, con razón o sin ella" es algo necesario e identidario, es un concepto que desterré de mi ser hace años.
Cuando paseo por Barcelona o por Viena me siento identificado a veces, con cualquier transeunte que por casualidad conecto con él, y me puedo comunicar porque usamos los mismos conceptos para reconocer la realidad.
Me importa un pimiento su sexo, color, estatura y cualquier otra cosa externa.
"La necesidad crea el órgano" y cuando las contradiciones del sistema aumenten, la ilídica relación que mantienen los obreros con sus explotadores en Occidente se irá al carajo.
Claro que para tí la situación actual es eterna y cualquier Revolución es soñar despierto......así os va.
Una apostilla: Si no me identifico ni con mis más allegados familiares, como me voy a identificar con personas que han tenido experiencias como las mías, como emigración, trabajos duros, penurias económicas, y hoy están en las antípodas de mis sentimientos y conceptos sobre el presente y ya no te digo la Historia, instalados la mayoría en el vendaval de la "globalización capitalista".
El hecho de pertenecer a una clase no lo determina su propia pertenencia a ella, sino el hecho de haber tomado conciencia y consciencia de ello.
pEDRO J. es una gozada leerte aquí. Prosigue con tu magisterio maqueto-Xarnego, (no, mejor charnego). No me extenderé más porque ahora no tengo tiempo, pero me satisface que hayas llegado a éste rincón, creo, por invitació mía. Gracias
Senyors maketos i abates: Catalans ho som tots els que vivim a Catalunya. No hi ha "pates negres", sinó burgesos de cognoms "catalans de tota la vida". Pobrets, si es pensen que són especials!
Quant al nombre de aquests catalans de tota la vida, de puresa de sang, són pocs. De fet, en Message va aportar un estudi respecte a això que demostrava que eren un 15 per cent, pocs més.
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) ha aconseguit canviar el catalanisme "de barretina i del porró i el pinyolet" per un catalanisme com el maketisme que defensa en Pedro José en els seus articles. Un catalanisme forçosament d'esquerres, perquè els "catalans-xarnegos" som d'esquerres i som la immensa majoria dels catalans. La prova: Catalunya gaudeix d'un President de la Generalitat nascut a Iznàjar, de nom José i de cognoms Montilla i Aguilera, que és President amb el suport de tota l'esquerra de Catalunya, demostrant que està molt més a prop de les ideologies igualitàries que de les identitàries.
Rebeu les meves salutacions més cordials, maketos!
Buenas, Don RoigTotal. Me alegro de que no piense en meternos en la cárcel. Gracias.
Pero ¿está usted seguro de que su forma de ver las cosas representa la de su partido? ¿Y si el PSOE se da por aludido y nos manda a los jueces a sueldo que tiene y nos enchirona? ¿Nos mandará usted bocadillos con limas dentro?
Vale, en cualquier caso, ne alegro de que se haya vuelto algo más tolerante. Y sepa que no hemos cambiado de forma de ver las cosas, ¿sabe?
¿Que le hacemos más daño a la derecha que a su "izquierda"? Cuestión de opiniones. Ni la una ni la otra son democráticas. O sea, que repartiremos a derecha y a izquierda hasta que entiendan ustedes que la democracia va or delante de las idologías.
Un saludo, xarnego... ¡Que no sabía yo que era usted xarnego, aunque me lo imaginaba, dado el fundamentalismo que siempre exhibe!
Querido Messi: fué allá por el año 2002 cuando adopté el heterónimo de "charnego impertinente" en el blog del Arcadio Espada.
Siempre dando hasta mi DNI, localidad e historial delictivo.
Desde entonces ha llovido mucho.
Bienvenido a casa.
¡¡Ah"" y querido Messi. Te agradecería que me clasificaras como integrista, El fundamentalita es tan hipócrita como el agnóstico.
Gracias anticipadas.
Fundamentalista quise escribir.... querido corrector ortográfico.
Joder, abate, que has descubierto un nuevo palabro cargado de sentido: FUNDAMENTALITA, que no fundamentalista. Como estilita, en vez de estilista.
Estilista: eso, un puto peluquero.
Estilita: anacoreta que, por mayor austeridad, vivía sobre una columna.
Fundamentalista: Exigente, intransigente en el sometimiento a una doctrina establecida.
Pero...
Fundamentalita: Hombre que basa su vida en el respeto a las raíces, principios y orígenes de los conceptos.
Cojonudo.
Abate Marchena:
"Por más que intentes clamuflarme lo de "con la patria, con razón o sin ella" es algo necesario e identidario, es un concepto que desterré de mi ser hace años."
La verdad, no sé de qué patria me hablas ni qué patria intento camuflarte.
"Claro que para tí la situación actual es eterna y cualquier Revolución es soñar despierto......así os va."
Por situación actual ¿a cuál te refieres?
Así os va: a mí y a quiénes más, porque me gustaría saber, en todo esto en qué grupo me estás metiendo.
"El hecho de pertenecer a una clase no lo determina su propia pertenencia a ella, sino el hecho de haber tomado conciencia y consciencia de ello."
Sigues con el tema de las clases sociales. Esto, querido Abate, ya no existe. Lo que existen son identidades. Pero en cualquier caso, el problema subsiste, la pertenencia a una identidad también es algo que lo tiene que dar la consciencia de cada uno, hasta ahí de acuerdo.
¿Por qué crees que todos los nacionalismos lo primero que quieren controlar es la enseñanza?
Mi propuesta no está de parte de ninguno de los nacionalismos existentes. Parte de que identidad tenemos todos, pero lo que que hay que hacer no es adscribirse a una de las existentes, sino formular la tuya propia. Y en España hay dos entidades bien evidentes, bien presentes que hasta ahora no se han definido y que tienen la llave del gobierno de España y de las autonomías vasca y catalana, nada menos: la maketa y la xarnega.
Abrazos maketos.
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