DIGLOSIA, BILINGÜISMO, CONVENIENCIA

Tesis filológica: El Castellano es la lengua que surge en el Condado de Castilla. Mestizo y camaleónico, se convierte en Español cuando adquiere categoría nacional, haciendo suyas las influencias que los territorios reconquistados y los repobladores fronterizos le otorgan. El idioma que hoy habla la mayoría de españoles es el Español. Convive éste en Cataluña con el Catalán, en Galicia con el Gallego y en el País Vasco con el Vascuence. Hasta el siglo XIX no hubo una relación de igualdad entre dichas lenguas sino de “naturalidad”, ya que el Español era considerado vehículo de comunicación exterior. Los “renacimientos” nacionalistas, la Dictadura de Franco y la Constitución de 1978 han desvirtuado un trato que siempre trascendió toda ideología. Así pues, la propuesta de don Manuel Chaves, que introduce en los colegios andaluces el aprendizaje del Catalán, del Gallego y del Vascuence, y la iniciativa de doña Esperanza Aguirre, que asegura la apertura en Madrid de centros educativos donde se impartirán todas las materias en lengua catalana, benefician la denostada diglosia.
Antítesis constitucional: La Constitución Española de 1978 establece que el Castellano es la lengua oficial del Estado y que el Catalán, el Gallego y el Euskera son oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas. El adjetivo “castellano” aplicado para especificar el idioma es ajustado a derecho y otorga similar categoría a las otras lenguas. La justa convivencia debería hacer posible que todo ciudadano español tuviese el derecho de hacerse entender y de ser entendido en alguna de esas cuatro lenguas nacionales. Por tanto, la propuesta de don Manuel Chaves, que introduce en los colegios andaluces el aprendizaje del Catalán, del Gallego y del Euskera, y la iniciativa de doña Esperanza Aguirre, que asegura la apertura en Madrid de centros educativos donde se impartirán todas las materias en lengua catalana, benefician el ansiado bilingüismo.

Síntesis popular: Cuando Manuel Alvar preguntó a un campesino canario qué idioma hablaba, éste le respondió: «Mire usté, aquí hablamos el Español porque el Castellano no lo sabemos pronunsiar». Esto demuestra que la propuesta de don Manuel Chaves y la iniciativa de doña Esperanza Aguirre sólo benefician la conveniencia electoral.

AQUILES

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