LA IDENTIDAD POR TODA POLÍTICA. XXI: Uniformidad, vasallaje y pleitesía

Voy a plantear hoy mi visión dura del sistema político español, tal como yo lo veo digamos. Dicho sistema, que en Acratas llamamos de partidos, está basado, efectivamente, en el control del mismo por parte de los partidos políticos. Estos no funcionan democráticamente, como sabemos, a pesar de que la Constitución del 78 así lo determina en su artículo 6. Por el contrario, suelen funcionar por amiguismos, camarillas y confabuleos varios. Aquí lo que cuenta es la información que cada uno tenga de los demás, las relaciones que establezca, los intereses y las dependencias personales que construya con los demás y respecto de sí mismo. Se establecería, entonces, algo así como un sistema interior de vasallaje, perfectamente jerarquizado, en el que quien entrara por primera vez tendría que dedicar largo tiempo a aprender las relaciones previamente establecidas y luego ver cómo le conviene ir tocando unas teclas u otras si quiere alcanzar determinadas posiciones. La ideología cuenta relativamente poco, por no decir nada, o por mejor decir: sólo cuenta en cuanto a decorado. Basta aprenderse los guiones de rigor en cada momento, las frases más celebradas, los giros ya establecidos, lo que se supone que hay que decir, el vocabulario mínimo de andar por casa, que se dice.

En todo momento, para el recién llegado, apenas contarán sus propias ideas, salvo en lo que tengan de aprovechable simplemente como eco para el discurso dominante. Por supuesto, olvídense de aportar nada nuevo o supuestamente enriquecedor: automáticamente será fulminada cualquier idea que se salga de lo ya sabido, aun la más pretendidamente fiel y reproductora de la ideología establecida, si no suena como tiene que sonar, y con ella su portador o emisor, que será enviado, automáticamente también, al averno ideológico y socio-político: zas, fuera. Ni los líderes tendrán ya capacidad para cambiar apenas la inercia de la nave, una vez que ésta ha echado a andar con una masa crítica suficiente como para cambiar al resto de la sociedad en la que se mueve.

Este sistema político estaría basado, por tanto, más que en la libertad política, en lo que yo llamo identidad. La identidad sería el sistema por medio del cual los individuos establecen las relaciones interpersonales tanto entre sí, formando un partido político o una “corriente de opinión” dentro de ese partido político, como respecto de las demás corrientes de opinión dentro de ese partido y también ya fuera del mismo, con los demás partidos. El sistema se basaría en una aplicación de la teoría del checo Miroslav Hroch (en español sólo hay traducidos algunos artículos suyos, aunque por ejemplo Ludger Mees la aplica y cita en sus estudios sobre nacionalismo vasco), establecida en origen para explicar cómo surgen y funcionan los nacionalismos políticos. Dicha teoría se explica en función de tres fases:

Fase A: un individuo, o como mucho él y sus amigos escogidos, configuran lo que se llama un programa político y empiezan a hablar de él con otros allegados.
Fase B: el fundador y los allegados constituyen lo que tradicionalmente se ha llamado, en ciencia política, una élite, que ejerce ya una labor de adoctrinamiento y expansión territorial de la doctrina, constituyéndose incluso en partido político.
Fase C: el partido político así surgido ha conseguido socializar el mensaje entre un gran colectivo humano y ejerce ya un papel decisivo en el gobierno del territorio del que ese colectivo humano se erige en titular principal o exclusivo.

Esta explicación de la aparición y desarrollo de los nacionalismos de Hroch vale, en realidad, para cualquier colectivo humano que haya ejercido una influencia decisiva sobre los demás, vale incluso hasta para la aparición y difusión del cristianismo (Jesucristo-apóstoles-iglesia universal). En realidad es lo que explica la aparición de cualquier movimiento ideológico que haya pretendido, a cualquier escala, la modificación del modo de vida preexistente. Esta teoría, en realidad, parece más una descripción que una explicación. Pero lo importante es que en ella cuenta más el discurso, el carisma, la imagen, la convicción que ejerce el líder sobre la élite y ésta sobre la masa: es todo discursivo, ideológico, no hay intereses económicos de por medio, no hay estructuras ni coyunturas. Estamos en lo que se llama paradigma cultural de las ciencias sociales. Y por supuesto estamos en un territorio ajeno a cualquier concepto de libertad política. Se supone que los individuos que actúan como masa no tienen ni idea de lo que eso significa (ni falta que les hace, nos podrían ellos mismos decir).

Hay toda una corriente poderosa, en historia del pensamiento político, ya lo hemos dicho aquí alguna otra vez, que trata de explicar las cosas no como deberían ser, sino como son: el realismo de Maquiavelo, Hobbes, Hume y por ahí. Nosotros nos apuntamos a esa teoría sólo en la medida que explica mejor lo que hay, aunque no nos gusta nada. Pero es lo que hay.

Y lo que tenemos es eso: una Constitución que nadie practica pero que ejerce de decorado y una realidad política basada en la identidad: identidad como fidelidad y vasallaje a unas siglas, a unas camarillas, a unas jerarquías, a unas normas que nos hacen creer que vivimos en una democracia. No creo que la cosa sea muy diferente en los demás países de nuestro entorno occidental.

Saludos maketos.

PEDRO J.

11 COMENTARIOS:

Anonymous .

Qué tío más pesao, egoista y maleducado este maketo, es que no tiene respeto por nadie. Editor, pon orden! no le ha importado darle un codazo al artículo de Pepe Fernández publicado hoy mismo para poner el suyo con las mismas tonterías de siempre!

Anonymous .

Joder,vaya artículo infumable.

Es una pena que este tio pesado haya desplazado el artículo de Pepe Fernández.

¡A ver si nos dejamos de mariconadas y nos organizamos un poco!.

El Molinero .

Tu texto es muy correcto, académicamente, Chacón. La realidad, sin embargo, es muchísimo peor, pásate por el blog de la Leire Pajín o del Blanco para que te des cuenta que la ideología o identidad tiene poco que ver.

Aquí lo que cuenta es vivir del Estado, que no te saquen de la silla y disfrutar, a costa de los contribuyentes, de la vida loca. Y enciima la tía lo pone en un blog!

Chacón que no te enteras!

Javier Castuera .

Aprended, insensatos, qué es representacion politica

Marsilio de Padua en 1324 subrayó que los major pars (los muchos) debían elegir al valentior pars (el más capaz), para los asuntos comunes que atañen a la comunidad.

La representación política constituye un tema clásico de la política, y de la ciencia política. Históricamente, la representación se desarrolló al hacer frente a su dilema esencial: ¿representante de qué y de quienes?. Y las respuesta fueron múltiples: de intereses dinásticos, empresariales, oligárquicos; de opiniones, de grupos sociales, territoriales, de clase, de grupos étnicos, religiosos, de gremios profesionales. Todo ello ha entrado en el debate de la representación política.

La idea de la representación política, en efecto, no fue un invento de los demócratas ni de la ilustración, comenzó como una institución medieval de los gobiernos monárquicos y aristocráticos. Inglaterra y Suecia fueron escenario de las primeras asambleas convocadas por los nobles para tratar las más cruciales decisiones del Estado: la recaudación de impuestos, las guerras y aún, en casos críticos, las sucesiones en el trono.

Originalmente, las Cortes, los Consejos Reales, los Estados Generales, resultaban ser órganos representativos “orgánicos” es decir, estamentales, reflejo de la sociedad feudal: una parte representaba a la nobleza, a la iglesia, a los poseedores de tierra, y otra a los artesanos y mercaderes. Era un tipo de representación típicamente corporativa, y que asumía en el fondo, que no todos los hombres eran iguales y que su peso relativo en el órgano representativo tendría que ser claramente diferenciado, dada su pertenencia a una clase o estamento.

La transformación social y económica de las sociedades europeas en los siglos XVII y XVIII cambió también la idea de la representación. El manifiesto de los Whigs ingleses, se refería a una representación “más completa de los intereses del pueblo…de los terratenientes, de las clases mercantiles y profesionales del país…de la Corona, de los privilegios de la nobleza, de los intereses de las clases inferiores, de las colonias, de las Indias orientales, occidentales, de las grandes corporaciones”. ( autor: Tony Diaz)

http://acratas.mihost.info/Prometheo/

Anonymous .

Pues vaya mierda de comentarios.

patalete .

Pakirrín: ¿Estás leyendo ahora El Príncipe? Pues aprovéchalo, pero no nos endilgues tan larga parrafada. que el artículo de Pedro José, se merece algo mejor. Coño, que me gusta leer casi todas las respuestas, pero....

Muy bien pedro J. Habrá quien crea que estás de acuerdo con las cosas que explicas, cuando lo que ocurre es que le das tratamiento descriptivo -lo que es-, y no valorativo, -lo que debiera ser-.

Por cierto, ¿las ertzaina-ovejas bellamente uniformadas, las pone el editor o tu mismo? Es una curiosidad, pues el "joío" Mess, no me ha explicado nunca como se "cuelgan" las ilustraciones junto al artículo.

Saludos charnegos para un "maketo de honor".

Anonymous .

ovejas chavistas?

Anonymous .

No hombre, no!, hijo!!; el Principe lo leí en la mili, durante un arresto en el calabozo; hace mucho ya de eso; ahora estoy leyendo algo muy interesante y trascendente sobre la inminente ruina de Raquel Mosquera; algo, que traerá cola en éste país.

Perdone por la abultada síntesis,sobre la obra del amigo Nicolasín, pero los Patafísicos de la Red, tenemos encomendada la misión difffffina, de enseñarrrr al que no sabe, y abrir,..abrir!! los ojitos a los borreguitos celtibéricos.


Suyo afectísimo:

Pakirrín


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Anonymous .

Son ovejas que han leído al gilipollas del Sabino de los cojones; si, Sabino, ese, ese que a los nacidos en Castilla, nos llamaba: enanos y maricones por la cara.

Si llego a nacer entonces, le meto una ostia, que le aterriza la txapela en Arlanda(Sweden). Puto faltón.

Pakirrín.


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Pedro José Chacón Delgado .

A ver Patalete, cuando cuelgas en Acratas un texto, en la página de editar, arriba en los simbolitos, hay uno, el tercero por la derecha, empezando por la goma de borrar, luego viene la cinta de peli y luego viene un paisaje, pues ahí, deja posar primorosamente tu ratoncito y verás como pone: añadir imagen. Entonces pulsas con ganas el click.

Y ahí te dará dos opciones, o buscar en tus carpetas la imagen t copiarla o buscarla en internet. Y luego ya todo seguido. Das a subir imagen. Luego a finalizar y listo. Al final la imagen la tendrás que ajustar dentro del texto.

Abrazos maketos.

patalete .

Gracias Pedro J. Aunque con algún retraso, si creo haber aprendido a colocar los "dibus o afotos" y ése último que colgúe en mi última publicación me enseñó mi hija que hizo justamente eso que me indicas. Aunque no se si sería mejor dejarlos sin nada, porque luego nuestro editor, "clava" las fotos con que los ilustra. En varias ocasiones, parece que me adivina la intención al colocar aquello que me gustaría .

En fin, ni puto caso a esos anónimos trolls, que nos ponen a parir, pues algunos incluso tienen su punto de razón: el MHP tiene un estilo muy apropiado para que el personal se descojone y divierta y a la vez quede bien informado. Y como el viejo dicho de la Codorniz, los hará temblar después de haber reído; por cierto, supongo que sabes quien es el "joío" . Y don José Fernández, es un maestro

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