El fin de la búsqueda

Han pasado casi tres años desde la aparición DE ESTE BLOG sin que ello haya supuesto un gran cambio en el panorama de la conspiración. La mayoría de las personas que se consideran 'despiertas' siguen adoptando una postura equivocada: una postura 'moral'. En lugar de abandonar la contradictoria e irracional ilusión de una eventual 'dictadura de los débiles' como 'solución final' a la cuestión de su esclavitud, y aceptar, de una vez por todas, 'la moral' no ya como parte intrínseca de su problema, sino como la principal causa de su debilidad, se obstinan, por el contrario, en entonar, metafóricamente, un '¡Vivan las 'Caenas!' cada vez que salen en defensa de una causa a la que creen 'moralmente justa'.

La búsqueda de la verdad es irreconciliable con la moral, porque la moral, como todo artificio, es, para empezar a hablar, una MENTIRA. Moral y esclavitud van de la mano remontándose al origen de los tiempos, de tal forma que sin la existencia de una moral, la esclavitud NO SERÍA FACTIBLE. La llamada 'Ley del más fuerte' en puridad, es, en otras palabras, LA MORAL. Pues la propia expresión sería en sí una paradoja de no ser entendida en un contexto moral:

La ley del más fuerte dicta que, en defecto de toda otra ley, los más fuertes impondrían su reinado sobre los más débiles. Lo cual es equivalente a asumir que existen 'Los más fuertes' per se, y que estos, rompiendo o manipulando el ciclo natural de acciones y reacciones, pueden llegar a estabilizarse como una posición permanentemente reaccionaria; algo que, en realidad, sólo es capaz de lograr el llamado 'Imperio de la Ley' que es, precisamente, un eufemismo para designar la 'Ley del más fuerte'. Es el imperio de la ley el que, basándose en un supuesto orden moral preexistente, garantiza la pervivencia de dicho orden a lo largo de un presente continuo. Es el orden moral bajo la apariencia espuria de un código neutral y objetivo de leyes el que hace posible la existencia de una 'Casta superior' de 'los más fuertes' cuya preeminencia, es, por definición, anterior al código que legitima su superioridad. De esa forma, cuando uno llega al mundo, tiene que aceptar la existencia de unas entidades tradicionalmente superiores a uno (autoridades, propietarios, instituciones, etc) cuyo cuestionamiento activo es contrario, si no a la moral, sí a las leyes que se suponen legitimadas por ésta: desacato a la autoridad, hurto, allanamiento, traición, deserción, adulterio, etc.

Pero todo lo anterior sigue teniendo un punto de subjetividad que es necesario abstraer para poder mantener un argumento en consonancia con la búsqueda de la verdad: la definición de fuertes y débiles. La fortaleza o la debilidad no son cualidades inmanentes y eternas, válidas en cualquier entorno y contexto. Lo que es fuerte en una situación puede ser desventajoso en otra: la potencia y agilidad de un caballo superan, en el contexto de una mullida pradera, como cualidades a las del dromedario, sobre todo en una carrera de corto alcance. En la competición de fondo que supone cruzar un desierto, sin embargo, el dromedario se sitúa en una posición de ventaja. Finalmente, ni dromedarios ni caballos tienen nada que hace en comparación a los perros siberianos tirando de trineos cuando se trata de atravesar la tundra.

Para dar con una definición acertada de fuerte y débil, es preciso entender la vida como un juego, no en el sentido puramente lúdico de la palabra, valga la redundancia, sino en el sentido matemático: la toma de decisiones y el coste de dichas decisiones en el marco de un conjunto de interacciones que van de lo competitivo a lo cooperativo, aunque siempre desde la óptica del jugador individual. En ese sentido, la moral no es más que un subconjunto de reglas que tienden a estrechar las posibilidades del juego, de tal forma que algunos jugadores puedan beneficiarse de ello. Es similar a la diferencia entre jugar al póquer en una timba ilegal en el sótano del bar de la esquina en relación a jugar en la mesa de un casino con las fichas del casino y un crupier observando la mesa y repartiendo las cartas. El objetivo sigue siendo el mismo, que no es otro que permanecer en la mesa en la posición más aventajada posible por el mayor espacio de tiempo; si bien está claro que el destino del jugador es abandonar la mesa, tarde o temprano, no está menos claro que cada jugador, llegado el turno, tiene la posibilidad de ceder su posición a otros jugadores que jueguen en su línea (su descendencia natural o política) para que continúen la partida por el en el futuro: Y DE ESO VA TODO: ese es el MISTERIO y el SENTIDO de la vida. Bajo esa perspectiva, alguien FUERTE es alguien CAPAZ de tomar las decisiones ADECUADAS a cada circunstancia (alianzas con otros jugadores incluidas) para mantener una posición ÓPTIMA en todo momento, mientras que alguien DÉBIL es alguien incapaz de TOMAR SUS PROPIAS DECISIONES Y, por tanto, SU POSICIÓN EN LA MESA será siempre una posición SUB-PAR condicionada por las decisiones y alianzas de otros JUGADORES.

Ahora bien, para tomar decisiones correctas es preciso tener INFORMACIÓN actualizada del entorno que, entre otras cosas, incluye las posiciones rivales. En la sociedad humana el éxito social viene determinado por el acceso a la información, de tal forma que lo contrario también es válido: la falta de información condena cualquier estrategia, por fuerte y audaz que sea ésta, al más absoluto de los fracasos. Cuántas veces hemos oído la frase 'La información es poder' donde la frase inversa también es cierta: 'La desinformación es impotencia'. Ante semejantes premisas y, teniendo en cuenta que las desigualdades sociales se están acentuando cada vez más en esta sociedad actual, ¿hasta qué punto es correcto afirmar que dicha sociedad es una sociedad de la información?

Cuando hablamos de 'lo oculto' nos referimos, precisamente, al conjunto de enseñanzas que, no solo no forma parte del acervo popular, sino que, además, es inaccesible para el vulgo. Yendo un poco más lejos, podemos definir lo oculto como la parte del saber cuyo conocimiento separa a las élites de los rebaños de ovejas en la mesa de póquer.

Desde muy pequeño empecé a desarrollar una curiosidad insaciable por entender los mecanismos de todo, desde los resortes de la psique humana, la química, los fenómenos físicos, la electrónica, etc... Jugaba a mi favor el hecho de que en mi familia hay variedad de titulados y una amplia biblioteca. Sin embargo, y a pesar de mis esfuerzos, nunca pude evitar una cierta sensación de estar perdiendo el tiempo; los manuales de química, por ejemplo, eran demasiado teóricos y se perdía el nexo entre lo expuesto y la forma de materializarlo. Yo aspiraba a convertirme poco menos que en un aprendiz de brujo: saber todos los entresijos de cada elemento, dónde encontrarlos en estado puro, saber combinarlos, no con fórmulas estequiométricas sobre el papel, sino con una pipeta y un matraz aforado en la mano. Es más, no me bastaba con ello sino que además pretendía encontrar relaciones entre la distribución electrónica del átomo y la frecuencia de los números primos y a su vez, entre la órbita de los electrones y el comportamiento humano de masas y las leyes que gobernaban el universo. Intuía que el único saber existente era interdisciplinar y universal y que, accediendo a dicho saber, se podría progresar en armonía con las 'leyes naturales universales'. Ni que decir tiene que pronto me aburrí de los libros de texto convencionales, que siempre encontré cojos e incompletos. Entonces descubrí una serie de libros de la editorial EDAF bajo la colección: 'LA TABLA DE ESMERALDA' entre los que figuraban: 'Formulario de alta magia', 'Antología del ocultismo', y otros. Comencé a devorar estos Títulos uno a uno, con la esperanza de descubrir aquello que echaba de menos en los textos académicos. Ni que decir tiene que mi gozo acabó en un pozo ya que aunque había fieles representaciones de textos esotéricos originales, así como una cierta complementariedad con las enseñanzas "homologadas", seguía faltando la pieza esencial del puzzle.

La conclusión inmediata es que la sociedad ha sido desarrollada en la periferia del conocimiento verdadero, como un programa que se ejecuta en un espacio de la memoria virtual, lejos del acceso al código fuente que podría alterar su funcionamiento. Todas las pistas o claves que podrían ayudar a descifrar el puzzle, han sido cuidadosamente eliminadas del alcance de las ovejas; el manual de instrucciones de la colmena, no está dentro de la misma, sino en la biblioteca del apicultor y se llama la 'Cábala'.

Años después, con la aparición de Internet, y entendiendo la red como una simulación de la propia colmena, comprendí, por analogía, que en los comienzos de Matrix las claves para hackearla estaban al alcance de cualquiera; al igual que en la Internet pública en 1993 estaba plagada de todo tipo de INFORMACIÓN; información que, desde entonces y gradualmente, ha ido desapareciendo del alcance de los usuarios de a pie. Lo que al principio era una masa informe y abundante de recursos gratuitos de todo tipo, poco a poco fue siendo moldeada a imagen y semejanza de la pirámide social: los bancos empezaron a tomar sus posiciones, presionando para incrementar la seguridad de la red, las páginas que anteriormente permitían descargas directas fueron dando paso a los programas P2P y finalmente a P2P de pago como Napster, de los chats se pasó a los foros y a los blogs, y de estos a las redes sociales, al mismo tiempo que los medios de comunicación aliados con las sociedades de autores, empezaron a ejercer presión para minimizar el impacto negativo (para ellos) del periodismo y la información libre y sin censura. Eso sin contar que al liberalizar el acceso (lo equivalente a una población creciendo de forma descontrolada) la inundación de información de peor calidad contribuyó a dificultar la localización y seguimiento de la información de verdadero valor.

En cualquier caso, si algo tiene de ventajoso el haber vivido de primera mano el nacimiento de un nuevo mundo, aunque sea uno virtual, es la posibilidad de estudiarlo a modo de experimento para comprender la formación de las jerarquías sobre las que se asienta la sociedad actual, a partir de la sociedad primigenia basada en tribus de cazadores/recolectores, que sería lo equivalente a los primeros años públicos de Internet.

El nacimiento y formación de Internet se puede entender en clave de 'génesis' bíblica:

- La creación: Dios hizo la luz y vio que ésta era buena - La era digital

- Jardín del Edén y expulsión: a los borregos se les ofrece absolutamente todo gratis, pero estos, en agradecimiento, comen del fruto prohibido, abusan, y son expulsados y condenados a surfear la web con el sudor de su frente y los anuncios del ad-sense.

- Torre de Babel: de una Internet exclusivamente en inglés a una Internet en infinidad de idiomas o también, de unos pocos lenguajes informáticos, protocolos libres, open-source y gratuitos a infinidad de lenguajes informáticos, protocolos, etc, como barrera a la comunicación y al entendimiento: divide y vencerás.

- Diluvio Universal (aún por llegar): Apagón global-falsa bandera de Internet y nacimiento de Internet 2

Otras comparaciones no bíblicas pueden ser fácilmente establecidas por el avezado lector bajo los epígrafes de: 'Naturaleza eléctrica de Internet', 'El sistema fraccionario y fractal en Internet', 'La nueva esclavitud digital', 'El dinero electrónico como deuda electrónica', 'Inteligencia Artificial (Extraterrestres)', 'New [digital] Agers', etc...

El sistema 'polar', 'binario', o digital, en su enésimo bucle, vuelta de la tuerca, etc...

Y es que la polaridad es la base de la teoría de la información y, por extensión, de cualquier sistema binario. En sistema binario los ceros y unos representan OPUESTOS. Es exactamente lo mismo que se use: 0 y 1, + y -, a y b, si y no, blanco y negro, etc, en cualquier caso lo que se está definiendo es la unidad mínima de la información: el bit. Sin un par de opuestos (más no es necesario), un universo dinámico es inimaginable.

Sin polaridad no existirían los enlaces químicos; los átomos y las moléculas, al carecer de electronegatividad, no se agruparían: formarían nubes dispersas en lugar de cuerpos aparentemente sólidos.

Por extensión, la polaridad es el incentivo suficiente para que los seres vivos interactuen creando niveles de agrupamiento más complejos como familias y sociedades. Sin polaridad solo existiría inercia y apatía.

Cuando hablamos de ciclos, de un universo con un tiempo cíclico, de la versión del 'eterno retorno' que propuso Nietzsche, hablamos de un sistema de partículas que varía indefinidamente sobre si mismo alternando todos sus posibles estados bipolares alcanzando ciclicamente estados similares a uno llamado inicial:

"No se me ha preguntado, pero debería habérseme preguntado qué significa cabalmente en mi boca, en boca del primer inmoralista, el nombre Zaratustra; pues lo que constituye la inmensa singularidad de este persa en la historia es justo lo contrario de esto. Zaratustra fue el primero en advertir que la auténtica rueda que hace moverse a las cosas es la lucha entre el bien y el mal, la trasposición de la moral a lo metafísico, como fuerza, causa, fin en sí, es obra suya. Mas esa pregunta sería ya, en el fondo, la respuesta. Zaratustra creó ese error, el más fatal de todos, la moral; en consecuencia, también él tiene que ser el primero en reconocerlo. No es sólo que él tenga en esto una experiencia mayor y más extensa que ningún otro pensador –la historia entera constituye, en efecto, la refutación experimental del principio del denominado “orden moral del mundo”–: mayor importancia tiene el que Zaratustra sea más veraz que ningún otro pensador. Su doctrina, y sólo ella, considera la veracidad como virtud suprema. Esto significa lo contrario de la cobardía del “idealista”, que, frente a la realidad, huye; Zaratustra tiene en su cuerpo más valentía que todos los demás pensadores juntos. Decir la verdad y disparar bien con flechas, ésta es la virtud persa. ¿Se me entiende? La auto-superación de la moral por veracidad, la auto superación del moralista en su antítesis –en mí– es lo que significa en mi boca el nombre Zaratustra. "

Friedrich Nietzsche: Ecce homo, Por qué soy un destino-3.

Lo que llamamos búsqueda de la felicidad no es sino la búsqueda del 'polo opuesto'. Una vez el polo opuesto ha sido, en efecto, hallado, nos asalta inmediatamente la necesidad de partir de nuevo a la búsqueda del polo inicial, y ese, y no otro, es el motor de nuestras ambiciones, y la razón de nuestro estímulo vital. No puede existir un mundo perfecto, sólo uno de alternancia entre lobos y ovejas.

Pero a lo que iba con este artículo: hasta la fecha Supercedure ha abogado fervientemente por la solución individual, un poco a modo de experimento. Ni que decir tiene que el resultado del experimento ha sido negativo: después de tres años a la búsqueda del 'Santo Grial del individuo', ha llegado el momento de dejar que Mordred me atraviese certeramente con su lanza y así Excalibur sea debidamente devuelta a la 'Dama del Lago'. Todo esto no sin antes explicar la solución social, una solución que, como no podía ser de otra forma, no tiene nada que ver con las soluciones buenrollistas y 'nueva era' de los rafapal de turno, no; es un camino mucho más largo, duro, penoso, y que implica una madurez mental que muy pocos comparten en esta sociedad. La solución social sigue tres pasos fundamentales que seguramente no se materialicen ni siquiera en 5 ó 6 generaciones, dichos pasos los detallo a continuación:

- Éxodo: la necesidad de los hombres libres de dejar su zona de confort y aprovechar la ausencia de fronteras que vive el mundo para asentarse como extranjeros en comunidades preferiblemente hostiles.

- Cooperación: la necesidad de crear nuevas comunidades de hombres libres que se alimenten como carroñeras de la decadencia de sus comunidades huéspedes.

- Lobby: la necesidad de desarrollar una nueva élite basada en los intereses comunes de los hombres libres para la regeneración de la sociedad humana y, por ende, para garantizar su supervivencia.

Esa es justamente la ruta que siguió el 'pueblo elegido' desde la esclavitud hasta la dominación mundial y esa es la ruta que los nuevos esclavos deberán seguir para poder restablecer el orden mundial.

Un saludo y buena suerte

SUPERCEDURE

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